VISIONES PROFÉTICAS: AVISOS DADOS

En esta página quiero abordar un tema de mucho y profundo contenido, en el cual trataré de exponer del modo más sencillo posible, "aquello" que únicamente conozco. Lo que refiero, no se halla explicado desde otra fuente, escrito sí (A.T. y N. T.). Forma parte del "Misterio" que ahora está siendo revelado. Procuraré ser concisa en estas aclaraciones, dado lo complejo de sus modos y su extensión.

Los puntos, que en estas "profecías" se contienen, de cuya luz soy testigo, podría enumerarlos así:
1. HAMBRE (Física y espiritual)
2. DESASTRES ( Unos ya sucedidos en nuestros días, y los otros "escatológicos")
3. INCREDULIDAD (magma, donde estos avisos se desenvuelven, pero que es designio también.)
4. CONVERSIÓN
5. SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO
6. EL JUICIO
7. EL REINO
Me voy a permitir empezar por el final. Desde el punto 4 al 7, porque es ahí que debemos situarnos, para entender la referencia de fondo; lo último... Saber a dónde vamos y cómo nos dirigimos. Esto es fundamental para nuestra salvación.

LA CONVERSIÓN, es un requisito para pasar al reino. De este modo, unimos este comienzo con el fin. 
Sé que muchos que me oyen, no se han hecho jamás planteamientos de Cielo; tampoco se han dedicado a pensar que haya un final; y si lo han hecho, han preferido alejar ese pensamiento, en alguna medida desconcertante y turbador.
Si bien, llega la hora de disponerse a ello, siendo preciso hacer un balance serio de "su vida" y de "los actos" que realiza cada cual, de cuales se enorgullece y de cuales no. Es hora de pensar en Jesucristo "el que viene" (pto. 5), porque viene él a recoger los frutos y la siembra; a separar lo fecundo de lo estéril; viene ya para pisar la uva en el lagar y es necesario que todos lo sepan.

De un modo sencillo diré que "CONVERSIÓN" significa revestirse de Cristo. Hacer como una adaptación a él, desde lo que somos; desechando aquellas cosas que él no estima o no le agradan. Hace falta por lo tanto, dejar de lado "lo nuestro por lo Suyo".
Esta tarea, no es del todo fácil; pero difícil tampoco es. Hace falta contemplarla desde una perspectiva de espera de aquello que llega, y en lo que queremos ser partícipes.
A nadie le gusta quedar al margen cuando suceden eventos importantes. Pues bien, Cristo nos invita a todos a ser partícipes en todo LO NUEVO que viene a crear.
Es preciso amar a Jesús, para querer que él nos transforme; y también es necesario creer en él y en todo cuanto manifiesta con su Palabra, con su Voz, con sus signos, con su mística, con todo cuanto él ejerce, y con su PRESENCIA AHORA. Sin fe, no habrá transformación alguna. Le oímos cuando lamenta, conociendo nuestra precariedad futura:
"¿Pero el hijo del hombre cuando venga, encontrará fe en la tierra?"

Importa a Cristo ser creído, porque es la fe una condición transformadora esencial (Ver blog, pg. "Necesitamos creer"). Por la fe, el amor se concede y se acrecienta. Sobre estos dos pilares, sucede la CONVERSIÓN. 
En el evangelio de Mt. 22, 11-14 aparece una alusión clara a "la conversión", como "el traje de boda", que cada participante debe llevar puesto. No nos suceda, como a ese, que trata de aparentar que "lo lleva", pero no es verdad. Nadie que no esté convertido, pasará a gustar  las viandas del ágape nupcial, en el reino.

Medite cada cual en el traje que lleva, y como le conviene irse desprendiendo de lo antiguo, de lo que se hallaba "sin Cristo", para ataviarse con todo lo NUEVO en donde está contenido él, su misterio, su amor, su voluntad, de modo que le sirva de coraza y de revestimiento, para entrar a lo Celestial.
Pero no voy a proseguir ahora hablando de este punto, que está de sobra explicado en otros momentos, que si no están aún incluídos, se incluirán. Voy a proseguir centrada en los acontecimientos de "su llegada a Jerusalén" de nuevo: "La Segunda Venida"

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO, se anuncia ya ahora, en estos tiempos. Cristo envía delante a su "ángel" (la persona depositaria de sus Nuevas), porque viene él a traer la paz, pero no está el mundo pacificado. La paz que él trae es atributo de bonanza y concordia, que han de propiciar los hombres primero, y que quedará después en Cristo, asegurada para siempre.

En este punto, como en tantos otros, la mayoría yerra según lo que entiende. Los incrédulos porque no les preocupa "este advenimiento nuevo", y debería preocuparles... y los creyentes, porque consideran bobamente que será el Señor el encargado de hacerlo todo a su costa. Nada es más incierto.

Dos momentos de fe cruciales suceden, que para irnos entendiendo ubicaré a las palabras del propio Jesucristo (Apc. 1,8).
Al primero le llamaré "ALFA", por señalar el periodo primero, constitutivo de la primera venida del Señor, según lo relatado en los textos evangélicos que todos conocemos.
Al segundo le llamaré "OMEGA" siendo que sobre él recae todo lo que en estos tiempos está revelando Jesucristo, respecto a su venida, ya próxima y al cumplimiento de sus designios últimos.

De este modo es fácil entender que la FE del primer tiempo (lo ALFA), se ha consolidado en la Iglesia, y en toda la cristiandad, quedando al margen de ella los agnósticos, ateos, y los insertos a otras creencias que discurren "sin Cristo".

Hasta aquí todos los creyentes de Cristo, hablan en general con un mismo lenguaje y sentido. Si bien, ha llegado la hora de mostrar al Señor nuestra FE, y la prueba él sometiéndola a estas manifestaciones últimas, que corresponden con el tiempo OMEGA, y en donde los designios que se cumplen, y el significado de lo que él constituye nuevo o "renueva", requiere la aceptación sumisa del fiel. 

Creer en lo "ya sucedido", contiene un punto de "facilidad" que se basa en el aprendizaje. De hecho la fe que todos tenemos en Cristo, procede en primera instancia, de lo que nos han enseñado otros que van por delante; o incluso otros cuyas vidas ejemplares y sus hechos, han servido de profundo testimonio. 

Mas lo que ahora se pide al creyente, "no ha sucedido todavía, sino que está para suceder". Esta situación requiere que la fe primera que tenemos, se patentice en modo firme y fuerte. Así es como lo espera Jesús, y por esta disposición a esperar lo que SUCEDA y LO QUE PROMETE nos juzgará, considerándonos "justificados" como a Abrahán.

Esto debiera ser CAMINO, y nosotros debiéramos adentrarnos y caminar. De hecho es el trayecto que hemos de recorrer, distancia que va desde lo que AHORA él determina, hasta sus últimos cumplimientos.

Este discurrir que ya se contempla y por el que avanzamos, lo describe continuamente el A.T. por voz de los antiguos profetas y de las profecías que escribieron. Lo describe Jesús, cuando explica a los suyos lo que sucederá en los últimos tiempos ("Discurso escatológico"), habla de ello Pedro, el apóstol; Pablo de Tarso; Santiago; Judas y Juan en el Apocalípsis. Y ahora, me sumo a explicar desde lo que me cabe conocer, que me hace saber el Señor mismo.
Así pues, lo OMEGA, se halla en el A.T. y en el N. T., pero además en todo cuanto he escrito.

Para todos es fácil -lo he dicho- creer lo que ya ha pasado, y parece que no es suceptible de modificación alguna. No así creer (acoger) lo NUEVO, porque todavía no se ha vivido.
Era difícil para Cristo también, el cual a pesar de obrar milagros y de pasar haciendo el Bien, "no fue creído"  por aquella generación, que prefirió proseguir con "el paño viejo" y rechazó "el paño nuevo".
Ahora, debo decirlo, sucede lo mismo.


Cristo, que a modo de avanzadilla se ha querido asomar a nuestro AHORA, a nuestro mundo, visitándonos, no encuentra a quien quiera creer que todo cuanto está escrito, todas sus promesas y todo cuanto me dice para que se conozca, YA SE CUMPLE.


No quiere arriesgarse a llegar por segunda vez, para encontrarse sin nada... Por eso, lo mismo que la vez primera, envía delante a quien lleva su voz y sus proclamas; a quien dice él todo cuanto está haciendo, a la espera de hallar "la fe de este pueblo cuando venga".


Pero lo que está encontrando es INCREDULIDAD. Un rechazo patente en "los suyos", los cuales conocen las Escrituras, saben que lo que él está declarando está todo escrito, pero parece que "no se han hecho planteamientos serios", como que resulte demasiado inoportuno que Cristo les elija precisamente a ellos, para ponerlos a prueba... ¿Ahora se le ocurre venir?  Nadie está pensando en ello... Esta es la realidad que sucede. Ninguno piensa en el reino. Consideran que aún falta mucho tiempo para que estas cosas sucedan...


Es verdad que razonan así, pero también está escrito que "vendrá como el ladrón". Se han fraguado "sus propias ideas" al respecto, y en estos momentos que les digo lo que Cristo realiza para que sepan comprenderlo, les fuerza la rutina, sin que quieran detenerse a esta contemplación.


Decía yo antes que Cristo vendrá, cuando los suyos se hallen dispuestos para recibirle. Cuando reconozcan su Presencia, crean en esto que revela, con fe semejante a la de Abrahán, cuando la Iglesia, consienta en convertirse y evangelice a los hombres desde estos hechos que Cristo está mostrando, de modo que le esperen, con espíritu de conversión. Cuando ella dé el paso firme, para renovarse, convertida en TEMPLO NUEVO, dejándose llevar por el Espíritu del Señor... porque sucede lo que explica Mt. 11,9-14, y dice él:

" ¿Entonces qué salísteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os lo digo y más que  un profeta. (1) Él es de quien está escrito: Yo envío delante de ti a mi mensajero para que te prepare el camino (2) Os aseguro que no hay hombre alguno más grande que Juan Bautista, pero el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él (3). Desde los tiempos de Juan el Bautista hasta ahora el reino de Dios sufre violencia y los violentos lo arrebatan (4). En efecto todos los profetas y la ley anunciaron este reino hasta que vino Juan. y si queréis admitirlo, él es Elías, el que había de venir (5).

----
(1) Más que un profeta: porque quien anuncia a Cristo, llegados los tiempos OMEGA supera esta situación, por la que se explica en Jn. 3, 29

(2) Ahora es lo mismo que antes: Juan anunció a Cristo ALFA y quien es enviada, anuncia a Jesucristo OMEGA.
(3) "Pero el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él."  Cristo aleja su mirada  hasta los tiempos últimos (ahora ya) y alude con "esta grandeza" al verdadero  y último momento de la fe. A los que de nosotros crean lo último, les da esta oportunidad: algo así como entrar "por la puerta grande". 
¿Por qué? Porque  el reino de Dios se constituye sobre el triunfo de la FE en la VERDAD definitiva. 
De modo que por pequeño que sea en su fe quien crea ESTO que declaro "LO OMEGA" desde JESUCRISTO PRESENTE que se manifiesta, será mayor en su posesión de la verdad y en la fe que muestra, que los que anteriormente han creído. Ya que estos últimos no sólo han creído lo "ALFA"  CUANTO "lo OMEGA". 
Y es ello como creer en Cristo dos veces, redoblando la FE en él, de modo que por completo y en su totalidad LO AFIRMAN, aquí sobre la tierra.
(4) Esta "violencia" es alusión a los incrédulos del A.T. que perseguían y mataban a los profetas; a los judíos del tiempo ALFA que crucificaron a Jesucristo, y a los incrédulos del tiempo OMEGA, que están sirviendo de obstáculo al triunfo de Cristo,  y por ello al Reino.

(5)  "Él es Elías, el que había de venir"  Elías entroniza con el precursor ALFA y por lo mismo, el cometido que ejerce, con el OMEGA. Así aparece en Eclº 48,10 y Mal. 3, 23-24 
------

Dice el Señor esta Palabra: " POR CAUSAS QUE NOS MOVEMOS."

Quienes se mueven son el Padre y el Hijo (Jn. 5, 17) y lo hacen porque según la voz del apóstol: (1Ped. 4, 7-11) "Se acerca el fin de todas las cosas"

Cristo va a hacer recuento de todo cuanto hay en su Viña; de todo cuanto sembrado en él da fruto. Pero arrancará las cepas improductivas; las malas hierbas y los sarmientos secos los quemará.

"Que ninguno  de vosotros tenga que sufrir por ser homicida, ladrón, malhechor o por mezclarse en asuntos ajenos; pero si padece por ser cristiano no se avergüence, antes al contrario, dé gracias a Dios porque lleva este nombre. Pues ha llegado el tiempo de comenzar el juicio de Dios por el pueblo de Dios. "   (1Ped. 4, 15-17)

Cuando dice " POR CAUSAS QUE NOS MOVEMOS", se refiere a la prueba a la que van a verse sometidos sus fieles, los que han depositado su fe en él. Y Ambos, el Padre y Él, SE MUEVEN para alertarnos.
Porque bajo el signo de esta prueba se hallan descritas cuantiosas persecuciones, tribulaciones grandes y martirios.


¿Están los cristianos preparados, o alguien aparte de mi, les alerta, porque habrán de dar testimonio de Jesucristo con su fe?
Llegan los tiempos de los mártires. De los que "vienen de la gran tribulación" (Apc.) Y la Trinidad SE MUEVE, desde ella Cristo acude y se manifiesta, revelando lo que está para suceder, porque contempla a su Iglesia acomodada, pasiva, cuando no muerta.

Los que oyen en su seno, estas razones hcen por ignorarlas; táctica de avestruz... porque aunque escondan la cabeza no servirá para que TODO LO AVISADO POR CRISTO deje de tener cumplimiento. Y se hacen culpables por cuanto condenan a este "pueblo" a sufrir los desastres que sucedan, sin prevenirlo primero.

Como hizo con Pablo de Tarso, ante el desastre que contempla, se MUEVE Cristo y me avisa, para que yo lo avise a mi vez (Es lo que estoy haciendo).
Me muestra la situación que se halla, los daños y cómo es preciso arrepentirse y reparar tales males, que nos llevarán a desembocar en lo peor. Pero la Iglesia no quiere caer en la cuenta, ni poner remedio. No proclama las instancias de Jesucristo, ni su Presencia, y así se aparta del Espíritu Santo. (Hch. 26-27)

Comprendiendo Pablo la inminencia de una gran tormenta (Hch. 27) avisó a los pilotos, que no quisieron hacerle caso. Es la misma situación ahora.
También en estos momentos he avisado -años llevo en ello- a mi Iglesia (a las personas que tienen autoridad), los terribles momentos que vendrán a cumplirse, sin que quieran reparar en su situación. Pero veamos la analogía:

Cuando ya habían iniciado la travesía y no había vuelta posible, sobrevino el temporal anunciado, siendo que todos corrían peligro de naufragio y de muerte.
Pablo rogó por la vida de los marinos para que permanecieran a salvo. Pero así como él lo cuenta de su propia experiencia, SUCEDE y SUCEDERÁ, si los pilotos prosiguen en su inercia de desacato al Señor.


"Como la tempestad seguía arreciando contra nosotros (6) al día siguiente echaron por la borda la carga."
 -------
(6)  "Contra nosotros" : Es referencia a Cristo y a quien da testimonio suyo. Lo que entonces recaía en Pablo, ahora recae en mi, por el testimonio que de su PRESENCIA declaro.
------

Ante lo estentóreo de la tempestad, esta Iglesia pasiva optará por aligerar "su carga". Estas cosas que declaro, se torna "carga pesada y agobiante" para ella. Frente a la verdad, elige el desvío. Así lo más útil será: "echarla por la borda".
Pablo prosigue diciendo:
"...Y al tercer día (7) arrojaron con sus propias manos (8) los aparejos del barco (9). Durante muchos días no aparecieron ni el sol ni las estrellas (10) y teníamos encima una tempestad tan fuerte, que perdimos toda esperanza de poder salvarnos. (11)"
  
----
(7) Será terrible este "tercer día", porque es cun concepto que entraña plenitud en el hacer de Dios. En este caso se refiere a lo máximo en "desastre" . Este discurre a la inversa de la resurrección, en tal modo que desaparece la esperanza. Ello por lo que seguirá explicándose en los otros puntos.

(8) "arrojaron con sus propias manos": Son los mismos que van en el barco (La Iglesia de Pedro), los que "con sus propias manos " (por su voluntad y por sus obras) se deshacen de "los aparejos del barco" y los arrojan fuera.
Desestiman lo importante, y lo desprenden como carga inútil. Así es como ahora laboran "los falsos profetas".
Ante el naufragio, no les importará desprender "lo sagrado" que han permanecido durante siglos custodiando para llegar a este momento, que "ya no creen, ni valoran". Ante la fueria de los elementos, prefieren poner  salvo "su vida terrena". Y no tendrán reparo en desvirtuarlo todo, con tal de agradar a "los ajenos", no al Señor.

(9)  "Los aparejos del barco": Son todo el instrumental y medios (la doctrina y la moral), del que usan para realizar con éxito cualquier navegación. Estos "pilotos" vacían de contenido el barco que les sustenta, y dejan de llevar consigo, todo cuanto podría rescatarlos y sacarlos a flote. De este modo discurren "a la deriva". El naufragio es inminente, y así es como sucede.
Son "los aparejos del barco" las promesas y designios avisados. Todo cuanto yo estoy declarando desde Cristo, que llevan más de una década -pese a conocerlo- desestimando y "arrojándolo por la borda".

(10)  "Durante... ni el sol, ni las estrellas":  Los muchos días que discurren sin sol y sin estrellas, obran por las acciones de los hombres contra el Señor, de modo que "deja su casa abandonada". Y sucede el cumplimiento de lo escrito en Mt. 24, 29.
Durante ese tiempo "sin luz", oculto el sol (Jesucristo), la Iglesia discurrirá por la ruina, precipitándose, y sobrevendrá "el éxodo" de este pueblo, que permanecerá disperso y alienado, sin tener constancia de LUZ  ni de salvación, durante mucho tiempo, porque nadie les habla de la verdad. Es tiempo de confusión y tinieblas.

(11)  Este "desastre" tiene una connotación última y definitiva, porque con ello, Cristo está disponiendo la salvación de los que son fieles o el rechazo de los que desean permanecer sin recibirle. Por eso, los que se hallan inmersos en esto dicen: "perdimos la esperanza de salir con vida". Es cierto porque lo que hay en torno, es el pecado y el daño, como se verá en lo que seguiré explicando.
----
Prosigue diciendo S. Pablo:
" Como llevábamos sin comer (12) mucho tiempo, Pablo puesto en pie (13) en medio de ellos dijo: "Amigos míos (14), más valía que me hubiérais hecho caso (15) y no hubiéramos partido de Creta para evitar el desastre y estos daños. Pero ahora os recomiendo que tengáis ánimo porque ninguno de vosotros (16) perderéis la vida; sólo se perderá el barco.(17)

Sumidos en el desconcierto y de los elementos airados, desatados en contra, los cristianos se debilitan, pues permanecen también sin alimento (carecen de Cristo, de eucaristía en él, de PAN); se inhibe él, porque es lo que han preferido ellos al no elegirle ni obedecerle.
----
(12)  "...Sin comer": Durante este tiempo, estando el Señor retirado y el Templo en ruinas, falta el sacrificio perpetuo (la eucaristía o comunión con Cristo). Los cristianos no tienen PAN y reconocen su precariedad. Echan en falta "su unión con el Señor", porque contemplan que la distancia con él ha vuelto a ser inconmensurable.

(13) "Pablo puesto en pie":  Habrá de entrar en ellos un espíritu de arrepentimiento profundo, porque se retiraron del Señor y de sus NUEVAS, con las que los alertaba. Y como sucedió con Pablo, al que reconocieron como enviado por Dios, y "lo pusieron en pie" (lo alzaron en sus corazones y comenzaron a hacerle caso), habrá de suceder ahora, con quien -a la manera de Pablo- ha estado expresando la Presencia del Señor, y la eucaristía nueva que él celebra, por la que manifiesta sus designios. De modo que quienes han recibido ESTAS NOTICIAS y las creen, levantan y ponen en pie, a "la enviada". Lo cual significa que HAN ACOGIDO YA A CRISTO OMEGA.  

(14)  "Amigos míos" : Los que me levantan y me ponen a su lado, "de pie", defienden y proclaman con gozo las promesas del Señor, su fe se contempla y en ello "son amigos". La connotación "amigos", es la que Jesús da también a los apóstoles, cuando les dice: "Ya no os llamo siervos, sino amigos..." Estos están justificados, en virtud de su fe, porque han reconocido a Jesucristo y le siguen. 

(15)  Deberían haber hecho caso, antes de dar lugar a que se produjera "el desastre", cuando todavía estaban en puerto seguro y bajo el amparo del Señor. La razón de que durante casi quince años me envíe el   Señor a avisarles, es evitar que se CUMPLAN ESTOS HECHOS. Porque Él desea evitarlo.

(16)  Como Pablo reafirma la promesa del Señor hacia los que han creído, así yo hago. Esa es la razón por la que él me envía a dar TESTIMONIO. En este testimonio -si lo contemplan- hallarán la infinita misericordia del Señor, y como concede él que yo se la anteponga a "su Ira", mediante un pacto.
Por ello, los que crean en mi, en lo que digo de parte de Jesús, no perderán la vida aunque se hallen en medio del desastre.

(17)  "Solo se perderá el barco":  Lo que se pierde es la Iglesia incrédula, contumaz en su incredulidad. La Iglesia regida por "falsos profetas", a los cuales sigue el pueblo, retirándose del Señor. Estos han desestimado la misericordia del Señor, que ha tratado de salvarlos, y sus AVISOS.
----
Pablo prosigue avisándoles:
" Esta noche un ángel (18) del Dios al que pertenezco y a quien sirvo se me ha aparecido y me ha dicho: "No temas Pablo; tienes que comparecer ante el césar (19); y he aquí que Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo. Por lo cual tened ánimos amigos; porque confío en Dios y estoy seguro de que sucederá tal y como se me ha dicho. (20). Tenemos que dar en una isla.(21)"
----
(18)  Es la revelación. Noticias que llegan directamente de Dios. Razones sobrenaturales.

(19)  Pablo, como me sucede   ha sido llamado a comparecer, y es ello "dar testimonio" de todo cuanto le está siendo revelado, de estas razones celestiales, por las que trata de guiarlos, si le obedecen. Y como él, tengo la promesa de que Cristo concederá la vida a los que navegan conmigo, a mi lado y en seguimiento del Señor manifestado que ya llega.

(20)  Esta es la FE, la que  cree en las promesas de Jesucristo, en su Voz, en su Palabra, sea que aún no ha sucedido; y sabe que Dios las cumplirá.

(21)  "Tenemos... isla." : Esta expresión contiene un modo como de imperativo. Es aquello que hace falta, de lo que "se tiene necesidad". Y es "isla" metáfora de un permanecer aislados espiritualmente. Todos los que creen en "lo OMEGA", que se refugien juntos con su FE, a resguardo de los demás, de sus incredulidades y dislates, retirados del caos que impera en el mundo. No han de contaminarse con los demás. Como Pablo les indica: "En una isla"
----
Prosigue diciendo S. Pablo:
"Los marineros (22) intentaron abandonar el barco y arriaron el bote salvavidas, con el pretexto de que iban a dar cable a las anclas de proa. Pablo dijo al oficial y a los soldados: "Si estos no se quedan a bordo, no podéis salvaros vosotros (23). Entonces los soldados cortaron los cables (24) del bote y lo dejaron caer (25)."
----
 (22)  Quienes al servicio del barco (aquí: marineros, en la Iglesia sacerdotes), tratan de salvar sus vidas, ante el peligro y quieren huir. El apóstol reconococe este abandono que se inicia y advierte a los que llevan  el mando de ello. Porque si estos se pierden, también se perderán ellos, ya que han incumplido su responsabilidad espiritual ante Dios y ante los hombres.

(23)  Como sucede con Pablo, sucederá cuando ocurra el naufragio. Porque si los jefes no son capaces de retener a los que componen la Iglesia (el Cuerpo), ayudan conjuntamente con "sus enemigos" a que se desmorone. Por ser causantes de esta pérdida, el Señor les pedirá cuentas, y perecerán también.

(24) "Los soldados": Los encargados de la custodia y seguridad del barco, "cortaron los cables"; esto es: usaron su autoridad para cortar los lazos del mundo y por los cuales "los marinos" podían perderse.
Son soldados, o vigilantes, quienes realizan esta labor, mirando por la salvaguarda de lo constituido en el Señor. Por esta razón apartan "los lazos" (cables ), por donde sobreviene la debilidad, la flaqueza humana, o lo que corrompe y los tienta.
Es vigilancia para la salvación y quiere el Señor que se haga aún a riesgo de la vida; conoce él que cuando sobrevenga "la ruina y su desastre" muchos querrán retirarse.
Hará falta que haya quienes vigilantes de la FE les persuadan y fortalezcan, haciéndoles desistir.

(25) "Lo dejaron caer": Al dejar caer el bote, apartan la tentación para estos marinos y para los demás. El bote representa la tentación, por la que ante el peligro, quieren abandonar su ministerio y a Dios. Huir del Señor -como hizo Jonás- es tentación y hay que apartarla.
-----
La conducción que el Señor estima, y muestra a Pablo, los llevará a "una isla". Esto es permanencia de necesidad y lugar de salvación (Hch. 28) Espacio protegido por el Señor contra "la mordedura de la víbora", y lugar de "indígenas", es decir: de aquellos que no han recibido antes las referencias de Cristo, según lo OMEGA, y son como "mentes vírgenes" respecto a este mensaje de salvación. Quiero decir, que desde este recogimiento, quienes allí lleguen, se convertirán y darán fundamento al TEMPLO NUEVO, o Iglesia reconstruida. Pues dice el evangelio:

"Pablo recogió un montón de ramaje y al echarlo al fuego, una víbora que escapaba de las llamas, le mordió la mano." "Mas él sacudió la víbora, la echó al fuego y no sufrió daño alguno."

Mucha determinación y convicción espiritual profunda necesitarán los neófitos OMEGA, porque se enfrentan con incrédulos de dentro y de fuera... Pero dando el paso para recibir a Cristo OMEGA, lo demás ya lo contruirá en su adentro el Espíritu Santo. Los librará de todo peligro, lo mismo que a Pablo. 
II

Después de estas cosas explicadas, aún queda mucho que conocer, porque hemos de saber que el Señor somete a su pueblo a prueba de "fidelidad" y de "fe", antes de proceder al JUICIO.
Quiere saber quiénes son SUS AMIGOS, con quienes cuenta. Al fin y al cabo, estando todas estas razones escritas, lo que los hombres han de entender es que ya viene él a darles cumplimiento.
¿Y tan extraño les parece que proceda? ¿Tan alejado de sí lo han mantenido, que no pueden mi imaginarlo?
No en vano dijo al respecto el profeta   Malaquías:

" Pronto vendrá a su templo el Señor, a quien vosotros buscáis; el ángel de la alianza por quien tanto suspiráis, ya está para llegar -dice el Señor todopoderoso- ¿Quién podrá
soportar el día de su venida? ¿Quién subsistirá cuando aparezca? Será como el fuego en el fundidor y como la lejía de las lavanderas..." 
(Mal. 3, 1-2)

Pues bien yo digo que estos momentos han llegado.

Cristo anuncia su llegada (Heb. 9, 28):
"... Así también, Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados del mundo, aparecerá una segunda vez, sin pecado, para dar la salvación a los que le esperan."

En estos momentos la Iglesia NO ESTÁ ESPERANDO A CRISTO. Sabe que vendrá, pero no lo espera ahora.
Como en tantos momentos se avisa, llegará el amo y los encontrará enredados en los asuntos del mundo, ausentes de lo suyo, dormidos, sin velar...

Pero dice el autor de Hebreos:
" ...Él por el contrario, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados se sentó para siempre a la derecha de Dios, esperando desde entonces que sus enemigos sean colocados como estrado de sus pies."   (Heb. 10, 12-14)

Esta sentencia se tiene que cumplir, en realidad SE CUMPLE YA. Cuando él aparezca quedarán humillados todos sus enemigos, colocados bajo sus plantas. Pero ¿quiénes son sus enemigos? ¿quiénes son..? 
Dice él, Palabra del Señor:

"YO ME CONFORMO, SI TUS AMIGOS SON MIS AMIGOS."
Llama a aquellos que en verdad lo aman y quieren permanecer a su lado, siendo "SUS AMIGOS". Porque después cuando él llegue y cierre la puerta (Lc. 13, 25-30) los que no han querido escucharle, ni han creído lo que digo de él; los que han permanecido en sus asuntos de tierra, sin querer verlo llegar, llamarán con tenacidad, pero serán despedidos. Y aunque juren que se han sentado con él a la mesa (han participado en la eucaristía) porque han comido y bebido con él, les dirá: "No os conozco. Apartaos."
Dice el texto de Hebreos:
"Esta es la alianza
que haré con ellos
después de estos días (26)
dice el Señor.
Pondré mis leyes en su mente
y las escribiré en sus corazones
y no me acordaré más
de sus crímenes
y de sus pecados."
(Heb. 10, 16-17)
----
(26)   Estos días":  Cuando tenga lugar su venida, después de "la tribulación". Él mismo  concederá por su Espíritu en medio de un Pentecostés NUEVO, la conversión de su pueblo, de modo que todos le conozcan, desde el mayor al menor; pues ya todos tendrán su ley escrita dentro: en sus mentes y corazones.Y sobrevendrá su MISERICORDIA.
-----
Esta es LA SALVACIÓN QUE AGUARDAMOS, pero la Iglesia actual está muy alejada de esto y no se acerca a contemplarlo siquiera. No quiere entender que ya está sucediendo.
Por eso, preciso es que reflexione lo que el Señor dice en (Zac. 14), estén todos atentos. 

"Ya viene el día del Señor en que se repartirán el botín en medio de tí (27). El Señor reunirá a todas las naciones para luchar contra Jerusalén. La ciudad será tomada, las casas serán saqueadas y las mujeres violadas. (28)

Se aproxima "el momento terrible", pero decisivo para el triunfo del Señor. Es la gran prueba. A esta prueba someteél a su pueblo por tres motivos: primero, para doblar la cerviz de los que han sido rebeldes, descreídos y no han admitido su PRESENCIA. Los castiga.
Segundo, para probar la fe de los que en verdad lo aman, si perseveran sin abandonarlo y le siguen siendo fieles. A los cuales rescatará indemnes.
Tercero, expone a su pueblo como la víctima propiciatoria, el nuevo holocausto, por el cual todos sean pasados por el Fuego. De este modo se abrirán los ojos de muchos que brillarán como perlas en diadema, en tanto otros permanecerán ya ciegos y serán objeto de perdición. Esta prueba afecta a "los enemigos", los atacantes del pueblo de Dios, los cuales recibirán la justa condena por sus obras.
----

(27) Es la pérdida de aquellas cosas que los hombres creen tener seguras.

(28)  "La ciudad": Es referencia al Templo, su zona nuclear y aquello que Cristo sostiene. "Las casas" es referencia a otras zonas menores, donde la religión se distribuye u organiza. "Las mujeres violadas" es metáfora de aquello que es débil, porque será sometido a vejación, ultrajado en lo más sensible e interno. el cristianismo vulnerado en lo que más abrigado se halla.
----
Añade: 
"La mitad de la ciudad (29) saldrá para el destierro, pero el resto del pueblo no será exterminado de la ciudad."
 ----
(29) Es referencia a la ciudad que simboliza el Santuario y a quienes viven en ella. La corrupción de sus habitantes y jefes es tan grande que el Señor los desenmascara como a grandes hipócritas, fermento de cizaña y agentes de injusticias, los cuales (la mitad) son expulsados y obligados a renunciar a sus votos y a su entidad. Porque no han recibido a Jesucristo, ni han querido escucharle en sus avisos y designios nuevos.(OMEGA)
Este destierro sólo afecta a los jefes impuros y falsos, no al pueblo de Dios en general. La otra mitad permanece con el pueblo, porque están limpios y creen.
----

 "Después el Señor saldrá a la campaña (30) y peleará contra esas naciones como cuando luchaba en el día de la batalla."
----
(30)  Transcurrido el tiempo preciso, ante el ensoberbecimiento de los enemigos contra su pueblo, se mostrará y se hará PRESENTE a los ojos de todos, combatiendo a "toda nación enemiga de su Reino, y a todos los que han humillado a su Iglesia, con el mismo furor que el día de "La Ira".
El Señor manifiesta su ESTAR y su SER.
----
" Pondrá su pie en el monte de los Olivos (31) que está delante de Jerusalén (32), al oriente (33)

El Señor asienta su planta, se impone Él y se erige en fundamento de PAZ (esto simboliza el olivo, y la gracia que se derrama, con la que son ungidos los que él ama). se sitúa delante de su Iglesia, a la que constituye y hace NUEVA, y a la que deja encarada hacia "el oriente", lugar donde nace el sol y llega antes que a nadie la LUZ. este será ya su sello.
-----
(31)  Poner el pie es "tomar posesión", plantar... Se instala por  tanto "sobre su monte santo". Es el lugar más elevado y de mayor puridad.

(32)  Cristo se constituye delante de su Iglesia.
(33)  Está explicado en el texto: donde nace el día.

-----
Prosigue el texto:
"El monte de los Olivos (34) se dividirá en su punto medio en dirección este-oeste (35) dejando en medio una gran valle (36); una mitad del monte se apartará hacia el norte (37) y la otra mitad hacia el sur (38)."

-----
(34)  El monte de los Olivos, es como decir "su monte santo", porque contiene en referencia la historia de la salvación, en cuyos intentos han estado por parte del Padre y del Hijo en el afianzamiento de la PAZ. Es lugar excelso donde habita Dios y su Gloria.

(35) "Se divide" es metáfora, porque en realidad equivale a la imagen de un árbol que divide sus ramas, pero es una sola cosa, tenga brazales diversos. La dirección que marca abarca estos extremos, y en ello toda la anchura que puede existir entre ambos puntos. Un modo de decir: la totalidad del territorio. Es así mismo un horizonte de igualdad, donde todos aman y son amados.
(36) Este lugar que surge como "un valle" desde E. a O., en el cual "El monte Santo" se derrama hacia el N.  y el S., es el  REINO de Dios, su establecimiento. Es también el valle del Hinón, por donde corre  el río de Aguas Vivas (E. S.)

(37)  "La mitad... Norte":  Norte tiene el sentido de frío espiritual. De lo que todavía no ha entrado en contacto con el Fuego. Pero en este "Valle", Cristo mismo  con su Espíritu ya proevee donde falta. Aquí suceden profecías como la descrita en Sof. 3, 9-20; Él mismo cura "a las cojas" "a las extraviadas" hasta  "hacerlas un objeto de gloria y renombre", pues dice el profeta:
"En aquel tiempo os traeré
en aquel tiempo os congregaré
Os daré gloria y renombre
Entre todos los pueblos de la tierra
cuando lleve a cabo
vuestra restauración
a vuestros propios ojos
-dice el Señor-"

Aquí sitúa él y apacienta con su Espíritu a todos los cristianos que han tenido voluntad de convertirse; de creer en él, en LO ÚLTIMO que está REVELANDO, sea que aún no tengan la visión clara, o están ciegos, como "el ciego de Jericó" que a gritos le pedía "ver"; aunque cojeen ante él, por causa de sus imperfecciones; aunque todavía estén mudos, o prendidos a la inacción... Cristo los cura. Los restaura, de modo que adquieran todos "los talentos" que precisan hasta que penetre en ellos LA VIDA.

(38)  "Y la otra... el Sur": Dispone el Señor la mitad de su Espíritu a un lado  y a otro; con unos porque les falta, con otros porque están a la sazón, de modo que puede ya él celebrar las bodas. El Sur es la zona más próxima al sol; la que más directamente recibe su calor.
Estos están ya convertidos y creen en él por completo; lo adoran, lo aman. Alcanzan un nivel de perfección o mística capaz de insertarse en el Misterio, de modo que Cristo puede darles de Sí, en modo mayor.
Como Zaqueo, estos cristianos se han subido al árbol de la salvación y desean con toda su alma estar en Presencia del Señor y alimentarse con su palabra y con sus obras. Y él se aloja en ellos.
-----
"Y se allanará el valle del Hinón (39) se allanará (40), como se allanó por causa del terremoto en los días de Ozías, rey de Judá."
----
( 39 - 40) El Reino establecido tendrá caracteristicas propias, ya que contenido bajo el emblema de PAZ, será ámbito de concordia, de gozo, de prosperidad y de hermanamiento entre todos sus habitantes y la tierra, porque tendrá consigo "el río de la Vida"
Aquí alcanzan cumplimiento las palabras  de Isaías  (Lc. 3,4-5) El Reino atravesado o recorrido por el río de la Vida, deja de tener escollos; deja de ser abrupto o torcido... "será allanado": esto es, convertido en lugar donde todos importan y son importantes, cada uno... Donde todos son hermanos; todos viven en igualdad y sin distinciones afrentosas. Participan  de la justicia divina y la ejercen con sus prójimos. Todos "hijos del Padre" y "hermanos en Cristo".
----
Prosigue el texto de Zacarías:
"Y vendrá el Señor, tu Dios acompañado de todos sus santos. (41)"
----
(41)  la Parusía.El Señor se dejará ver para proceder al juicio. Todo cuanto debía quedar hecho, hecho está. Su justicia brillará sobre la tierra.
-----
" En aquel día no habrá ni frío ni hielo (42). Será un día único (43). Solamente conocido por el Señor (44), sin cambio de día y noche, pues al tiempo de la noche habrá luz (45)"
----
(42) No existe frío ni hielo, significa que ya no hay distancia con él; ya no existe agente alguno que parelice la vida, porque está todo impregnado o tomado por el AMOR.

(43 - 44 - 45) Cuando suceda el juicio, cuyo día sólo Dios conoce, todo quedará envuelto por su Amor. Será ya "un día único" es referencia a "sin fin". Lo rezamos en el Credo: "Y su reino no tendrá fin", porque los salvados tendrán ya con ellos la LUZ del Señor para siempre.
Una vez que los fieles tienen conocimiento del Señor ya no estarán sometidos más a las tinieblas (noche).
----
"En aquel día brotarán aguas vivas (46) de Jerusalén, la mitad de ellas hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental (47); correrán en verano y en invierno (48) Y el Señor reinará sobre toda la tierra (49). En aquel día el Señor será único y único será ya su nombre. (50)"
----
(46)  Es referencia al Espíritu Santo que el Señor derramará sobre Jerusalén (la Iglesia) en Pentecostés Nuevo. Este Reino, surcado por las aguas del E. S.  permanecerá impregnado en santidad.

(47)  El Espíritu Santo será concedido por doquier, de parte a parte; sus aguas irán  a cada mar de donde brota la Vida.
(48)  El Espíritu se hallará en todo momento y desde él, el Señor establecerá su reinado sobre toda la tierra.

(49 - 50)  Es el reinado de Cristo. El Pastor y Sumo Sacerdote eterno, que gobierna a su pueblo y en toda la tierra con justicia y rectitud. Este Reino tiene  "un único Señor" y Dueño, y los que con él permanecen están en su salvación; por contra los que no han querido someterse a su poder, han quedado bajo él, como escabel de sus pies, para su condenación.
Es Cristo el único Señor. No serán puestos ante él otros dioses, ni otras religiones que no crean en Jesucristo, porque él es: "Rey de reyes y Señor de señores". Todos los hombres y los pueblos todos, habrán de adorar su Nombre, postrados ante él.
Los dioses que adorna otros pueblos son falsos. (Aquí será conveniente contemplar cual es el papel de la Iglesia en su "diálogo interreligioso"). Propiciar un acercamiento que asegure los derechos humanos, contra las situaciones injustas, bien está, mas en materia de fe, habrá de conceder a Cristo, del cual es depositaria, y Él es el ÚNICO SEÑOR.
----
" Todo el país se convertirá en llanura (51) Desde Guibeá hasta Rimón en el Negueb. Jerusalén será elevada (52) pero en su mismo sitio (53) desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta Primera, es decir, hasta la puerta del Ángulo y desde la torre de Jananel hasta los lagares del rey. Jerusalén será habitada (54), no será más destruída y sus habitantes vivirán seguros.(55)"
----
( 51)  No habrá  aspereza alguna, ni escollo. Todo será franco, llano, asequible a todos. Sin dificultad para los que viven allí.

(52 - 53)  La Iglesia será reconstruida, edificada por el Señor como TEMPLO NUEVO, será constituída cima: "La ciudad en la cima del monte." Cristo LEVANTARÁ a Jerusalén y hará de ella el TEMPLO NUEVO y último, lo santificará, pero no lo transformará de todo cuanto le concedió Dios en los principios (A.T.) y de todo cuanto él le ha ido mostrando (N. T.) Tendrá los mismos pilares y fundamentos. La mantendrá así hasta lo concedido en los tiempos últimos: los lagares del rey" donde suceden "Las Bodas"
(54) Será habitada: Este Templo está abierto y no cerrado. Recibirá a cuantos quieran habitar en él, si convertidos, cuando se hayan lavado y purificado. Estarán en ella todos cuantos sean puros.

 (55)  Este pueblo que ha conocido al Señor y lo ama, ya no padecerá más desgracias, ni verá sobre sí la destrucción, porque están SALVADOS.
----
"Esta será la plaga (56) con la que el Señor castigará a todos los pueblos que lucharon contra Jerusalén; se les pudrirán sus carnes estando aún en pie, sus ojos se pudrirán en sus órbitas, su lengua se pudrirá en su boca. En aquel día el Señor provocará un gran pánico entre ellos; cada uno echará mano al otro y lucharán cuerpo a cuerpo.(57)"
----
(56)  Los que quedan fuera del Reino, las otras naciones contrarias al Señor, que han luchado contra él y contra su pueblo, recibirán como castigo grandes plagas (Apc.) y terribles enfermedades. 

(57)  Sentirán un gran terror, por cuya causa recurrirán a la violencia, ya que no pueden confiar en nadie. La discordia será el ámbito.
----
" También Judá luchará con Jerusalén (58). Las riquezas de todos los pueblos de alrededor (59) serán reunidas: oro, plata y vestidos en gran cantidad."
----
(58)  El pueblo judío y cristiano lucharán por establecer a Cristo. 

(59)  Otros pueblos desean aproximarse a la Iglesia  y le regalan con sus bienes y su abundancia. Estos que desean aproximarse no están lejos del Reino, pero aún han de adquirir mayor perfección de espíritu.
----
" Así será también la plaga de los caballos, mulos, camellos y asnos y de todas las bestias que haya en aquellos campos." (60)
----
(60)  La maldición afecta también a los animales.
----
" Todos los supervivientes de todos los pueblos que vinieron a luchar contra Jerusalén irán año tras año a adorar al rey, al Señor todopoderoso, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Para las familias de la tierra que no vayan a Jerusalén a adorar al rey, el Señor todopoderoso, no habrá lluvia."

Dice el salmo 2:
"...Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.
Pídeme y te daré en herencia las naciones,
En propiedad los confines de la tierra.
los destrozarás con un cetro de hierro,
los triturarás como a vasos de alfarero".
Ahora, pues oh reyes sed sensatos
Dejaos corregir, oh jueces de la tierra.
Servid al Señor con reverencia,
Postraos temerosos ante él.
Para que no se irrite y os veaís perdidos
pues su cólera se inflama en un instante.
¡Dichosos los que en él buscan refugio!
Dice el texto " los supervivientes", es verdad, porque muchos han muerto en medio de estos desastres y daños, pero si todavía quedan algunos vivos, el Señor les impone una sanción por haberse movido contra su pueblo. Estarán obligados durante todos los años que les queden, a ir a adorarle y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.

Es una sanción que les fuerza, quieran o no, someterse a ella; porque si no lo hacen, él les negará la lluvia. Es decir, tendrán la maldición del Señor.

" Y si la familia de Egipto (61) no quiere venir, también sobre ella vendrá la plaga con la que el Señor castigará a las naciones que no vayan a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Este será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no vayan a celebrar la fiesta de los tabernáculos."
---- 
(61)  Son aquellos que no han querido creer nunca en el Señor, porque han renegado de él por ateísmo, o por sus modos paganos, o por profesar otra religión anticristo, que han obrado en muchos momentos contra él y contra su pueblo, estarán obligados también a humillarse ante el Señor y a honrarle en su fiesta, porque si no recibirán su castigo.
Los enemigos, son escabel de sus pies. Todos los pueblos que permanecen fuera del Reino estarán obligados a ir a adorarle. Como el salmo indica: "Se postrarán temblando ante tí todos los reyes de la tierra."
----
" En aquel día estará escrito sobre todas las campanillas de los caballos: "Consagrado al Señor"  y las ollas en el templo del Señor, serán como los aspersorios delante del altar."
Todas las ollas en Jerusalén y en Judá serán consagradas al Señor todopoderoso; vendrán todos los que ofrezcan sacrificios, las tomarán y se servirán de ellas para cocer..."

Por todo lugar, en aquello con lo que los hombres se muevan, habrán de llevar este recordatorio: "Consagrado al Señor"; ello quiere decir que sus quehaceres, entretenimientos, orientaciones y todo cuanto acometan aquí o allí, ha de estar  sometido al Señor y a su agrado; y todo aquello con lo que se administre y se procure "alimento" en el Templo, habrá de ser para honor y gloria del Señor, y nunca para honor de los hombres entre sí. Todo cuanto allí suceda, será como utensilios que sirven para purificar y bendecir tan sólo.

Concluye el profeta:
"...Y no habrá mercaderes en el templo del Señor todopoderoso en aquel día."

El afán mercantilista y de ganancia de dinero, el afán de lucro habrá desaparecido, porque ya no se mueven para servir "al dinero", ni por su interés. El único tesoro que merece la pena conquistarse es CRISTO. Y ese lo reciben en modo gratuito.

-----------------------------------

Contacto:  esoriente90@yahoo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario