VARIOS: 1." CRISTO, FORJADOR DE ESPÍRITU "- 2." SIÉNTATE A MI DERECHA"

Nos rodeamos cada día de cuantas cosas, sin carecer de lo que estimamos necesario para
nuestro desarrollo vital. Buscamos "lo completo", "la armonía", "la felicidad", y tratamos de abarcar su ámbito, con todos los supuestos humanos que la ornan, la mayoría persuadidos de asegurarla en las cosas que están aquí y a su alcance. Pero esa felicidad es rala, y como un destello fugaz, desaparece muchas veces, sin que el ser llegue a saborearla. A veces, mientras la estaba ya acariciando.


Esto nos enfrenta a una realidad dura, que nos cuesta mucho asimilar: la vida que nos ciñe, sus propósitos, los seres que nos rodean, los placeres, y todos cuantos bienes codiciamos, son efímeros. Poco llegan a durar... Cuanto más aferrados a ellos vivimos, es más patente el vacío interno que nos asola, y aunque nadie suele hablar de estas cosas, cada uno contempla a menudo las ruinas de su interior, que le confiere a ser "ese otro", que vive dentro de sí mismo, especie de sombra, que lo interpela con interrogantes, que quisiera, pero no sabe contestar.

Vivir esta vida es necesario, y es bueno, útil... pero debemos aprender a tomar para ello una distinta perspectiva. En la página anterior, abordaba yo la cuestión, realizando un modo de resumen de todo lo que hemos de valorar y asumir para discurrir con Cristo; para reponderle ahora que llega...
En este capítulo, retrocedo hasta el hombre todavía, y le contemplo ceñido por el barro, de tal modo que las cosas que puedo explicarle, que Cristo me explica, resultarán incomprensibles, si primero no se dispone a dejarse forjar en espíritu.
Para ello habrá de penetrar en su interior, y empezar a interrogarse sobre sí mismo, y sobre los demás, sobre esta vida, sí, sobre sus alcances y metas... ¿cuáles son? Al final... todo cuanto ha hecho ¿para qué ha servido?

Que cada uno lo piense consigo mismo. Mientras pongamos los ojos en el Maestro, el único que puede responder a esos interrognates profundos y modelar lo desordenado que albergamos dentro. Él quiere ayudarnos, pero hemos de dejarle pasar.
Cristo se entregó para enseñarnos algo precioso y preciso: nos enseñó a vivir aquí, entre nosotros, y con el Padre. Esta es la dualidad perfecta. Algo que saben muchos, y muchos intentan; algo que otros desaprovechan, sin entender lo que restalla, de tan sencillo.
Vivir tan sólo con lo que nos ofrece la tierra, sea que lo hagamos con todo el cariño por los prójimos, nos priva; o nos mutila sin dejarnos ser "perfectos", porque en verdad se vive y se llama "vida" a lo que tan sólo es antesala de la verdadera.
Optar a este modo es dirigirnos hacia lo incompleto; hacia el vacío; hacia la apariencia y la falsedad, porque es así lo que unos y otros nos concedemos -sea que no queramos pretenderlo- ya que carecemos de visión profunda, que sólo puede llegarnos por medio de la sabiduría divina.

"Cristo dio lo mejor de sí, por nosotros y ante nosotros. Su postura ante la vida fue de Amor absoluto. Se total entrega.Todo en Cristo conduce a lo sublime. Al Amor único, a la Verdad Suprema. Sin él la vida carece de sentido.
El hombre al que Cristo le falta, anda a la inversa; esto es: desanda. En lugar de liberarse se halla ceñido de cadenas, más tenaces cuanto mayor es su alejamiento de Dios".

¿Pero viven los hombres y mujeres de esta época, en Cristo?  ¿O por lo contrario han muerto sin querer conocerlo?"

"Pienso que no fue Cristo el sacrificado, sino el hombre, apartándose de él"... Él sabía en todo momento lo que quería y lo que estaba haciendo. Tenía la visión plena de la existencia del ser. No así los hombres que carecemos tanto. 
Por eso mirar hacia su persona y su enseñanza, otorga a nuestro sentido, aquel horizonte ilimitado que le falta. De tal modo, que sólo si queremos pasar por encima de todo lo que aquí nos embrutece y nos priva, hemos de ir a Cristo, beber en su agua viva, saciar en él nuestra sed...
Es cierto que murió en la cruz, pero resucitó y se elevó por encima de nuestras propias cadenas, para gozar la Gloria del Padre.
Sin embargo, antes de morir nos enseñó el secreto de la vida en espíritu, en plenitud, tal y como él la vivió y para ello nos dio todo tipo de cauces, con muy pocas normas, sólo dos que eran básicas: 
"Amarás a Dios por encima de todos los seres y cosas y al prójimo como a tí mismo."

También nos dio algunos consejos: no amar el dinero; practicar la caridad, hacernos servidores de todos y dar testimonio suyo en todo ámbito y lugar.
Su modelo de vida no ha podido nunca depreciarse ni sustituirse por otro mejor. Es en realidad tan bueno, tan útil, que nos sobrepasa, porque nos hace ejercer lo que no somos, ni queremos: nos hace perfectos.
No en vano le oimos pronunciar: "Yo soy el camino, la verdad y la vida."

Entendamos que Cristo forjará nuestro espíritu según su Espíritu, sólo si nosotros nos decidimos a ello; si nos dejamos impregnar por sus maneras y por su Palabra. Si no le rechazamos, ni le servimos de obstáculo.
El camino empieza en la norma primera: ( Shemá):
" Escucha oh Israel, amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas. No tendrás otros dioses delante de mí..."

Este camino es el que al hombre le cuesta comenzar. Se cae de bruces ya en el primer precepto. Cristo lo convoca al Amor superior a todo amor. La razón de razones que el hombre ha de saber conquistar. El viaje sublime hacia lo eterno. La dimensión próspera y eficaz de entre todas. ¿Y por qué se detiene? ¿Por qué lo demora?

Algunos dejan discurrir toda su vida, sin acoger este reto precioso que Cristo les lanza. Sepamos que es precisamente en este comienzo, como podemos comenzar a vivir LA VIDA que nuestro Señor nos regala.
No hay que tener miedo. El Señor no nos pide jamás por encima de nuestras fuerzas; ni nos estrecha a aquello de lo que no somos capaces. De hecho muchos hombres y mujeres, emprenden tareas impresionantes y complejas que quedan a ras del suelo nada más, y gastan en estas empresas muchas horas de su vida. Cosas verdaderamente difíciles de acometer, o de llevar a prosperidad... De modo que lo que Cristo nos pide, no es tan dificultoso que tengamos que rendirnos, sin tratar de acometerlo.
...Y si lo hacemos, si confiamos en él para que nos conduzca por SUS CAMINOS, no hay que tener miedo, porque allí donde se halle el escollo, él mismo nos ayudará. Esto yo lo aseguro.

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" SIÉNTATE A MI DERECHA "


I

Declaro en estas páginas la naturaleza de mi ministerio, como hizo Pablo de Tarso, porque no vengo de parte de los hombres, ni procedo por su mediación lo mismo que el apóstol, pues me envía Jesucristo, para los cumplimientos que Él ya cumple desde el Padre, el cual pronunció lo que está escrito:

"Siéntate a mi derecha
hasta que haga a tus enemigos
estrado de tus pies."

Las razones que esgrimo son las de Cristo, el cual "se entregó" por el rescate de "este mundo perverso", tal indica el apóstol (Gal. 1,4), cumpliendo en ello la voluntad del Padre que a nos, lo enviaba.

Como el apóstol afirma la aparición del resucitado, ante sí, para la proclamación del evangelio, puedo yo acreditar su aparición a mi, en modos que están escritos, y se han hecho llegar al Vaticano (al Papa, y a otros miembros de la Curia).

Una aparición que se mantiene desde 1995 hasta el momento presente, y me convierte en testigo esencial de lo que el Señor está determinando para estos tiempos y los siguientes.

Una noche, en 1995, el Señor me hizo tener una visión. Me dejó contemplar su hacermientras estuvo en la tierra, su predicación, sus milagros, sus discusiones con los fariseos, su pasión... En medio de mi extrañeza, me dio a entender que requería de mi, y con ello me interpelaba directamente para realizar todo cuanto desde entonces me ha ido mostrando.

Recuerdo que sentí mucho temor, pues el Señor me dijo con su voz:


     " PASA CUAL YO PASABA; HAZ COMO YO HACÍA."

Asustada como estaba, sin atreverme a creer lo que estaba viendo y oyendo, le pregunté qué acción o acciones debía acometer, y si habría de "sanarlos", pues me mostraba las curaciones que Él anduvo realizando...  Cuando le interrogué: "¿Qué debo hacer?" me respondió de nuevo con su voz:

" EL BIEN."

Como el temor me atenazara y le explicara que no sabría yo hacer "ESO", me explicó de nuevo con su voz, esta Palabra:

"LO HARÉ YO. TÚ SERÁS TAN SÓLO UN UTENSILIO."

Y todavía añadió, tras mostrarme cómo los judíos le insultaban, y blandían amenazas contra Él, por explicarles la verdad, Palabra del Señor:

 " IRÁS COMO CORDERO ENTRE LOBOS. "

A partir de entonces, comenzó a prepararme, para que todo cuanto me había avisado se cumpliera (Ver "Libro VI", con "CUADERNOS DE APUNTES, que contienen todas las referencias).
Desde entonces todo su afán se ha centrado en ENVIARME a "su Iglesia", para que les dé a conocer cuanto se ha servido mostrarme, avisarme, o desvelar ante mi, por su Espíritu. Su manifestación ha sido y es rica, abundante, porque LO QUE AHORA REVELA son los cumplimientos que refieren  "Su Segunda Venida a la tierra".

Este evangelio de JESUCRISTO, es "LA TERCERA LLAVE" porque como Él mismo declara, es " LA PALABRA TERCERA"
Cristo se muestra y habla a los hombres de los últimos tiempos. Comienza manifestando su voluntad a mi, de modo que antes de que suceda el gran acontecimiento de SU LLEGADA, yo realice ESTA PROCLAMACIÓN, y puedan los hombres estar esperándolo, arrepentidos de todos los daños y males que cometen, y haciendo penitencia.


Es por ello preciso que la Iglesia CREA y RECIBA lo que el Señor me dice, para que cumpla la misión apostólica que Él le dejó asignada, de modo que sepa instruir conveniente al pueblo y a todos los hombres, si antes se ha instruído a sí misma, siguiendo el curso de lo último que manifiesta el Señor.


PERO NO LO HACE. Está descomponiendo los planes del Señor, y se acarrea la ruina. Sus dirigentes "no quieren entenderlo". El tiempo se les acaba. Esta es una oportunidad última.
Como Jesucristo estableció lo "ALFA", con su primera venida, y los dejó encargados de difundir su doctrina, porque regresaría... ahora, establece lo "OMEGA"; esto es: "lo último", y habrían ellos de acogerlo, escuchándome, por difundirlo, de modo que cooperen con el proyecto de la SALVACIÓN junto a su Señor, porque estos que "no oyen, aunque tienen oídos" y "no ven, aunque  tienen ojos", serán desechados en cuanto el Señor se presente.


Como S. Pablo acredita, yo afirmo:


" Eso no es otro evangelio; lo que pasa es que algunos siembran entre vosotros la confusión y quieren deformar el evangelio de Cristo. Pero si yo mismo o incluso un ángel del cielo os anuncia un evangelio distinto del que yo os anuncié, sea maldito."

No doy yo una Palabra que no proceda de Jesucristo, por lo cual esto que predico es verdadero evangelio, y de igual naturaleza  que el evangelio que la Iglesia ha venido predicando hasta ahora. Porque quien lo concede es el mismo Señor Jesús, resucitado, que se me aparece como a Pablo. Y quiere Él hacerlo llegar  a "su pueblo".


Ahora bien, algunos tratan de apartar esta PALABRA como si no tuviera valor y en ello, siembran confusión, tergiversan y deforman todo cuanto Cristo está realizando.


...Y de igual modo si alguno modifica, o desmiente lo que Cristo está revelándome y yo proclamo, se convierte en un obstáculo o en un enemigo para el Señor, porque falsea la verdad que digo. En cuyo caso "es maldito".
Como dice el apóstol, sucede:


" ¿A quien busco agradar, a los hombres o a Dios? Si tratara de agradar a los hombres no agradaría a Dios."  ( Gal. 1,10)


He explicado en todos mis escritos, con todo detalle, cuanto el Señor ha hecho en mi; lo que me ha mostrado y me ha dicho, por ello: "Os aseguro que el evangelio predicado por mi no es un producto humano; pues yo no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo."  (Gal. 1,11)


Lo que explico, este SUCESO que me requiere en "elección" que Cristo realiza, ¿es tan extraño? ¿No puede Él elegirme, lo mismo que eligió en el momento ALFA a los doce? ¿La razón humana, de los hombres que rigen la Iglesia, está tan alejada de esta lógica, que la estima por "imposible"? En tal caso, ¿en quien creen? No será en Jesucristo, que es libre de obrar como Él quiera; y para el que "todo es posible", pues tiene todopoder.


Si pudo elegir a Pablo, siendo enemigo, ¿tan improbable es que elija a quien estando bautizada, siendo miembro del Cuerpo Místico, cree en Él y lo ama? ¿O, tal vez son ellos, los que gobiernan "la Casa", los que no me lo quieren conceder? 
¿Son ellos, los que por su intransigencia hacia mi, privan al pueblo de CONOCER lo que el Señor les muestra y les acerca, enviándome?
Y si por proceder así, prefieren la ocultación, y la concesión de la verdad sesgada, pues que le falta "lo último", lo que conceden al pueblo ya no es lo verdadero según lo que está el Señor realizando. Y siendo verdadera la doctrina, por sus modos "la hacen falsa", pues toda media verdad es una mentira.

La Iglesia "incrédula"  procede con separación de lo que Cristo está obrando, y se justifica a sí misma desde el ministerio recibido en el momento ALFA. Estos, partieron de Cristo, pero ahora se retiran de Él. Se orientan a sus mentes y recursos, desestimando la revelación última que procede del Señor, por dar cauce a sus programas y opiniones, recursos del todo punto humano. Se desprenden del Cielo, y permanecen anclados a la tierra, de donde quiso Cristo despegarles.

...De modo, que no cumpliendo el final, faltan por ello al principio, pues si el origen estuvo en Cristo, pero el fin lo centran en "los hombres", todo cuanto Cristo les enseñó pierde la eficacia, y son en conjunto como un hombre que habiendo sido bueno en sus primeros e infantiles años, y aún en su juventud y madurez, luego, cuando ya su vida se orienta hacia el desenlace, troca lo aprendido, y la bondad de todo cuanto ha hecho, por elegir en modo contrario, lo que nunca debió realizar, y no le sirve, ni es bueno para llegar a dónde se dirige, siendo que si así muere, y no cambia, ni se arrepiente, se pierde.


De igual modo, los hombres que en la Iglesia gobiernan y han dejado de contemplar al Señor y LO NUEVO que les aproxima, se pierden, porque prefieren mantener la ineficacia de sus obras, siendo que desestiman, la Obra que el Señor quiere ya concluir, de cuya eficacia sí saldrían benificados ellos y todos los hombres. 


...Pero, pues se mantienen rechazándola, ellos mismos retornan al polvo, y se apartan del Espíritu, pues dan preferencia al espíritu de Adán.


S. Pablo recrimina a los Gálatas, que habiendo comenzado en Cristo, retornan a la condición de "esclavos" (Gal. 3, 1-5)
Y en (1 Cor. 15, 12-19) reprocha a "los incrédulos" su incapacidad para creer en la resurrección.


Los que AHORA se hallan vueltos a "su razón humana y a sus logros", renuncian a la dimensión sobrehumana, en favor de sí mismos, aunque consideren que por hablar de Cristo, estar consagrados y nombrarle, ya están salvados. 


Como los Gálatas, han retornado atrás, a ese estadio primero del cual Cristo quiso liberarles, y razón por la que vino en los tiempos ALFA.
Hay un delgado límite que lleva a los hombres a Cristo o "sin Él". Ese limen es el de la FE.


Los hombres de FE, creen en Cristo, no en los hombres. Prefieren el misterio; lo sobrenatural, aceptan los milagros, prefieren seguir a Jesús, sea que no lo entiendan, antes que a los hombres que esgrimen razones poderosas y pensamientos que sólo son humanos.


Estos, puede ocurrir que ignoren muchas cosas; que no tengan tantos conocimientos como "los estudiosos", ni alcancen a reconocer lo teológico que otros profundizan. Pero viven con su mente, corazón y espíritu, puesto en Cristo. Y Él no los defrauda. 

El Señor nunca habló de que para llegar a Él hubiese que estudiar primero todas las razones de los hombres. Él tan sólo pidió que "nos amáramos". Y ello entraña la calidad de sentirnos "iguales" en Él. Los "estudiosos", rara vez se sienten iguales a los demás. (Ojalá las excepciones fuesen abundantes).


Cierto es que hay que CONOCER la doctrina de Cristo y entenderla. Él la resumió bastante; tal vez para evitar que nos perdiéramos en caminos sinuosos, por los que a veces desciende la razón de los hombres.


No tengo nada en contra de los que profundizan en el conocimiento, si ello redunda en el Bien y en la proximidad al Señor, si ello los conduce a amarlo en un modo mayor y también a los hermanos. Más cierto es  que en ocasiones el estudio riguroso que desciende por vericuetos tenaces, lleva indescriptiblemente al apagamiento de la FE. Y aquella luz primera, inocente, sincera, capaz de moverse al Señor y moverlo todo para honrarle, languidece silenciosa, sepultada por conceptos y razones que como red, la sepultan y atrapan, sin que llegue nunca más a remontarse.


Creer -lo digo y lo diré muchas veces- es creer. Eso nada más.
Mi evangelio es de Cristo y por lo tanto es lugar de fe, para que los hombres contemplen SU LUZ, que les entrega.

Los que "no creen", no sólo ignoran como sucedía a los judíos de los que Pablo habla (1Cor. 15,12-19), estos no penetran en la verdad que es la puerta de "la Vida". Así, ni contemplan a Cristo resucitado, ni entienden sus razones; no lo ven; no hallan modo de pasar más adentro de donde están aquí sus pensamientos e intereses, sus acciones ancladas a tierra.


Como aquellos no creyeron en Cristo resucitado, no sólo están los que en estos tiempos siguen sin contemplar este acontecimiento, sino también esos que aunque hicieron votos para ser seguidores de Cristo, han consentido cerrar el vuelo de su espíritu, porque se han centrado en intrincarse en el camino de "sus mentes" y de sus razonamientos. Pero así también lo han perdido de vista, en tal modo que lo desconocen por completo. 


Así, en estos momentos que su Señor SE PRESENTA, sonríen excépticos, cuando alguien como yo, les explica sus dones; todo cuanto realiza para la salvación y está REVELÁNDONOS. Pueden asegurar que creen en la resurrección de Jesucristo... Sí, ellos lo aseguran...  Pero, ¿en qué resurrección creen? ¿Y en qué Jesucristo?


Os aseguro que están muy lejos de "la Vida" y de sus signos y sus significados. Muy lejos de Jesús..., ¡del todo!


Por eso los que ahora gobiernan la Casa del Señor como si ellos fuesen los amos, no los siervos, se equivocan:


"Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe: todavía estáis en vuestros pecados."    


...Si todo cuanto estoy acreditando, que Cristo realiza AHORA, para la salvación de los hombres, no está siendo reconocido; ni quiere ser creído, ni acogido por ello, vana es nuestra fe. La FE de esta Iglesia es tan sólo una apariencia, un aprendizaje sin espíritu... porque lo que Cristo realiza y yo proclamo en su Nombre, no va dirigido a "los incrédulos", ni excépticos... sino a los hombres de limpio corazón, que se dejan seducir por su Amor perfecto y creen en Él.


...Si todavía, quince años después de que Cristo se me aparezca, y yo lo esté testimoniando, la Iglesia mantiene sus oídos endurecidos, sus ojos cerrados y su corazón inconmovible, bien cierto es que está en sus pecados.


Estos se han retirado de sus promesas: no las creen... No esperan a Jesucristo y no viven aguardando el establecimiento del Reino. Estos NO HAN ENTENDIDO NADA de todo cuanto el Padre ha permanecido realizando con sus designios, ni de lo que ha venido a hacer Cristo. 


...Con su pasividad, encierran a Jesús en el sepulcro, anulando la Grandeza de su sacrificio, y la hondura de su resurrección, porque cierran para ellos y para todos, los planes del Padre y los del Hijo, cuya meta consistía en la redención de los hombres.


No esperan nada aquí; Y sin embargo es aquí que vendrá el Señor en breve, de segundas, sin que ellos se dispongan a recibirlo, echando al suelo sus mantos, para que Él pase sobre ellos con su Gloria. 


...Es aquí que serán juzgados en la FE y en el AMOR que no le han sabido mostrar. Y es aquí, que verán de lejos su Reino, porque no han creído, y no les permitirá  entrar.


Ellos no piensan como Cristo piensa. Los pensamientos del Señor, sus caminos, no son los nuestros, pero miran hacia nosotros... No ven, ni entienden que la comunión será perfecta entre Dios, y lo que ha sido ya purificado y salvado, para ser su pertenencia. 


Cuando el Reino se establezca, bajo el gobierno de Jesucristo OMEGA, la tierra en ese punto será ya cielo y el cielo será ya tierra. Pues como afirma el libro del Apocalípsis: "Habrá un cielo nuevo y una tierra nueva". 
Esta será la transubstanciación de lo terreno a celestial y de lo celestial, a lo que era tierra, como el apóstol predica en (1Cor. 15, 35-57). 


Estos, no creen en Jesucristo; aunque se les llene la boca pronunciando su nombre, tan sólo lo honran con los labios. Porque como el apóstol dice, sucede:


"Al daros estos consejos, no puedo felicitaros, pues al parecer, vuestras reuniones, en lugar de haceros bien, os hacen daño. En primer lugar, he oído decir que, cuando os reunís, hay divisiones entre vosotros, y en parte lo creo, y hasta es conveniente que haya divisiones entre vosotros para que se sepa quiénes son de virtud probada."      (1Cor. 11, 17-19)

El apóstol alude a las diferencias de criterio que surgían en aquel tiempo con motivo de los acontecimientos y su interpretación, las cuales siendo buenas, porque ayudan a clarificar y reconocer la verdad, en numerosas ocasiones son motivo de discordia, desunión e intolerancia, lo cual es censurado aquí, y es censurable siempre que tenga lugar. Ya que la intolerancia, la discordia y separación de criterios no busca el objetivo único del establecimiento del Bien, que es la Verdad de Jesucristo.


En la actualidad esta discordancia prosigue y la disparidad que se vuelve intolerable... pero se cubre con una capa de voluntariedad hipócrita, que procura que la desunión no trascienda al pueblo. En esto, los que así obran no sé si llegan a tener alguna razón en los criterios que defienden, pero no tienen ninguna en sus maneras y actuaciones, por cuanto todos convergen a mantener al pueblo cegado.


La hipocresía de la Iglesia se contempla ahora hasta la saciedad. Mucho me gustaría ver a S. Pablo arremeter contra ella, contra el Papa, como arremetió  contra Pedro porque fingió... en verdad que ahora lo haría de nuevo, y durísimamente. La Iglesia jerárquica, dividida de facto en sus criterios, trata de dar una apariencia de "lo común", de lo que "les une con todos", y de tal naturaleza como que se obliga entre ellos, y se divulga como cosa obligada para el pueblo.


La unidad de espíritu no rige, NO PUEDE... Porque habría de entenderse en un concepto de LIBERTAD del que están ausentes todos. La unidad que se muestra es la del "criterio del más poderoso". En este caso, el del Papa. No porque sea "la verdad" o la contenga... (Ojalá así fuera, pero si escribo es para que se contemple lo que Cristo dice hoy a los hombres, y lo que trasluce él)... sino que se sigue "sin discusión alguna, ni disensión que valga" porque procede de quien manda. Esta situación es.


El resultado a varias décadas vistas, no puede ser más dañino: un pueblo "aborregado" inducido, conducido a conducirse, por donde quiere "uno", aquel cuyo criterio es el oficial;  el permitido, contra cualquier otro criterio, sea que surga -como es mi caso- por REVELACIÓN.


El blindaje es tan contumaz; tan feroz y férreo, que no hay modo de acceso para el ESPÍRITU. De este modo, Cristo ha sido echado de su Casa, ya. La Viña la regentan los administradores, a los cuales no parece convenirles que aparezca el Señor. Yo diría que "casi" les incomoda... ¿Y el Reino? ¿Para qué lo necesitamos? Ya están ellos, la Iglesia de los que mandan sobre el pueblo, para que el pueblo discurra con los ojos cerrados, concediendo recursos -fuente inagotable- que los que gobiernan administran.


Ahora bien, esta instrucción a "lo pasivo", a la aceptación sumisa y soterrada, de "lo estéril" o de "lo conveniente" a "uno", se acoge con obediencia tan ciega por parte de los consagrados, y por parte del pueblo, que convierte a la Iglesia en una estructura clónica, donde todos realizan lo mismo; piensan igual; emplean los mismos eufemismos (palabras suaves o suavísimas para no desentonar, de enfoque siempre "positivo"), y de un ideal que ya no está puesto en CRISTO ni en lo que Él predica, sino en lo que de Cristo predica el Papa, que es como lo entiende o lo quiere entender él: "uno sólo."


Se hubiera Jesús ahorrado a "los Doce", con poner sólo a Pedro; se hubiera ahorrado llamar a S. Pablo y predicar a tantos, gentiles y judíos... Podía haber sellado su alianza con sólo el jefe, porque los demás con repetir machaconamente todo el elenco que este concediese ya estarían salvados. ¡Se hubiese ahorrado hasta el juicio! porque tan sólo habría de juzgar a "uno sólo"!


Pero no creo que ello suceda así; y lo peor es que los jerarcas lo saben. El Papa, lo sabe; lástima que el pueblo está ya tan confundido, tan hecho a obedecer y "casi sentir adoración" por quien no ha de recibirla, que no piensa, ni discerne, ni quiere. Le parece ya a muchos, que apartarse del Papa en modo mínimo es cometer "herejía", y se asustan. Tan mal formados están. Porque no caen en la cuenta de que así "lo idolatran".


Apartar a Jesucristo, hacer recaer todo el peso de su AUTORIDAD en quien tan sólo "es servidor suyo", es lo hereje. Persuadir a los hombres y mujeres, contra LA REVELACION que sucede, e ignorarla como "lo que no importa", o como "lo contrario a la Iglesia", es lo hereje. 
Pues... ¿Puede no importar al pueblo lo que Dios Padre, en la persona de su Hijo, desvela o le comunica  desde su Espíritu, para que éste se salve?


¿Y, puede ser contrario ESTO a la Iglesia de Cristo? Pero cuando la Iglesia de "uno, que establece su criterio", realiza comunión con él, y no con su Señor, se vuelve contraria, a todo lo que no esté en función de "uno", o de "aquello que él autorice". Y en este caso se vuelve CONTRARIA A JESÚS Y A SU ESPÍRITU.


Como S. Pablo declara sucede: " Si alguno no tiene el espíritu de Cristo, no es de Cristo."

De modo que debo abundar en mostrar estas razones, porque como Pablo declara, ocurre:

" Los dirigentes no me añadieron nada -lo que ellos fueron antes, no me interesa, pues Dios no juzga por las apariencias-, antes al contrario, vieron que yo había recibido la misión de anunciar el evangelio a los paganos, como Pedro a los judíos,  pues el mismo Dios que hizo a Pedro apóstol de los judíos, me ha hecho a mi apóstol de los paganos."

Así pues, lo que hago no lo hago por mi cuenta, sino en cumplimiento de la MISIÓN que he recibido, y que procede de la misma AUTORIDAD que la recibida por "Pedro", con la diferencia de que Pablo sí fue aceptado y reconocido por aquellos siervos de Jesucristo, y tenido por uno como ellos, en tanto a mi se me está ignorando por parte de todos.


...Y es este RECHAZO el que convierte en indigno lo que obran unos, contra lo que habría de ser aceptación y aprendizaje de la Doctrina que quiere JESUCRISTO que su pueblo reciba en estos tiempos últimos.


Querer ignorar ESTO es llevar a la separación, lo que ha de caminar junto; y a, la falacia, lo que es y sólo ha de ser verdadero. Porque siendo la Verdad una, deja de serlo cuando los hombres la reducen, la falsean, la sesgan o la conceden en modo relativo e inconveniente.


Dice el apóstol:(Gal. 3, 19-29) a aquellos que "la ley no es contraria a la promesa, sino preparación para Cristo". De modo que los que creían en la ley, con mayor motivo habían de creer a Cristo y acogerle, porque la ley señalaba el trayecto anterior o preparatorio, para el advenimiento de "la promesa" que habría de cumplirse en Cristo Jesús.


También ahora en estos tiempos están los que se contraponen a "lo OMEGA" que les presento en Cristo, sin quererlo acoger, porque se hallan con su mente y corazón en "lo ALFA". 
Como aquellos judíos fueron incapaces de entender que "la promesa" venía por el cumplimiento de la ley, pero no estaría cumplida sino con la venida de Jesucristo, y permanecieron aunque ya había venido Él y estaba entre ellos, con el espíritu aún en "la ley" sin querer acoger a Cristo, ni creerle; así ahora, los que llamándose discípulos suyos, apóstoles, acogieron a Cristo entonces, en su "Primera Venida" (lo ALFA), se asemejan a los judíos que  permaneciendo en "la ley", desentiman "la promesa" que Jesucristo mismo YA CUMPLE y MANIFIESTA.


...Y AHORA, que anuncia El su Segunda Venida, y dispone que ya quede todo revelado, hasta el fin, los que aprendieron "lo ALFA" y acogieron a Cristo en su primera venida, no estiman que Él se halla PRESENTE, y desvela todo cuanto yo estoy declarando. 


Si bien, como la ley sirvió hasta Cristo ALFA; lo ALFA sirve hasta Cristo OMEGA. Y del mismo modo que la ley no pudo anular la promesa, lo ALFA de Cristo, no anula lo OMEGA.  En mayor modo, procediendo ambos momentos del mismo Señor y Dios, lo OMEGA, no aparta lo ALFA, cuanto lo completa, pues da a las razones ALFA la plenitud de la promesa.


Los judíos no supieron comprender estos modos de obrar del Padre, enviando al Hijo, y de igual modo, la Iglesia actual no parece comprender, los modos del Padre, que envía de nuevo al Hijo, para dar total cumplimiento a la promesa.


Dice S. Pablo:


" Ahora bien antes de venir la fe estábamos encerrados bajo la custodia de la ley, en espera de la fe que debía manifestarse. De suerte que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para que por la fe fuéramos justificados; pero después de haber venido la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; pues los que habéis sido bautizados en  Cristo os habéis revestido de Cristo."

También nosotros, antes de pronunciarse Cristo a favor de los cumplimientos últimos, después de haberse manifestado la fe correspondiente al primer misterio de Cristo: "Su venida primera", hemos estado bajo pedagogo, de suerte que la Iglesia, recibió esta misión una vez que el Señor ascendió a los cielos, y así debía permanecer hasta que Él volviera.

Pero llegado el momento en el que ya anuncia Él su llegada última (la Segunda), la Iglesia ha dejado de ser nuestro pedagogo, porque también ella ha de consentir bautizarse de nuevo en la fe, según lo que AHORA Cristo le manifiesta. 


Ha de hacerlo, para poder seguir realizando la MISIÓN encomendada, pero ya según LO NUEVO que el Señor desvela. Porque de nuevo y por segunda vez, nuestro pedagogo es JESUCRISTO, y nadie puede poner nada y hacer cosa contraria, a la que se halla en la promesa que quedará plenamente cumplida, cuando Él llegue. (Gal. 4)


II

"Pues siempre que coméis este pan y bebéis este cáliz anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva. Por eso el que come del pan o bebe del cáliz del Señor indignamente será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto examinaos cada uno en su propia conciencia, y entonces coma del pan y beba del cáliz. Porque el que come y bebe sin considerar que se trata del cuerpo del Señor come y bebe su propia condenación. Por eso muchos de vosotros estáis enfermos  y débiles, y otros han muerto. Si nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados. Y si el Señor nos castiga, es para corregirnos y para que no seamos condenados con el mundo."       (1Cor. 11, 26-32)

Hasta que vuelva el Señor, lo que anunciamos es "su muerte". Pero cuando tenga lugar su llegada, anunciaremos su VICTORIA.
Cuando tenga lugar su triunfo, todos cuantos han creído en Él y lo han amado, resucitarán para la vida y serán partícipes con Él de su Gloria. 

Por ahora, estamos aún insertos a "su muerte" y si no somos partícipes  en ella, para sufrir con Él, no participamos en comunión con su cuerpo y su sangre, por lo cual estamos con los elementos del mundo y somos partícipes de su indignidad. Merecedores de la condena que sufrirá el mundo.

Pregunto yo, a los que estando a las puertas de esta VICTORIA que Cristo obtendrá cuando venga, prosiguen SIN CAMBIAR, y lo mantienen oculto o enterrado; no se duelen con lo que a Él causa dolor; y no desean curarle de sus heridas. 
...Siendo que Él ya anuncia su llegada, y solicita a los suyos a aproximarse, porque el tiempo está cerca, de modo que se arrepientan de sus pecados y purifiquen su "conciencia", para que puedan ser partícipes con Él de las viandas eternas, en comunión que une para siempre el cielo y la tierra, ¿cómo es que cierran sus oídos, ante ESTE anuncio? ¿Cómo mantienen cerrados los ojos, para no ver, ni dar alas a su esperanza? ¿Cómo se aproximan a consagrar el pan, y alzan el cáliz, manteniendo apagada su mente, y su corazón endurecido?

" Si sufrimos con Cristo, reinaremos con él"... -dice el apóstol. Pregunto yo a los fieles, a los consagrados de la Iglesia, ¿qué eucaristía celebran? ¿Quiénes ansían unirse al Señor y compartir "SUS NUEVAS". ¿Participan en la eucaristía que ellos celebran, pero no quieren ser partícipes en la EUCARISTÍA NUEVA que el Señor consagra? Pues... ¿cómo le sirven? Y... ¿es ello porque le aman?

Razón tiene el apóstol al decir que por no participar de la comunión del Señor debidamente, sino en modo indigno, muchos están enfermos, débiles, siendo que otros han muerto. Es referencia al espíritu. 
HOY, existen difuntos que celebran extrañas ceremonias, porque no honran al Señor en ellas. Y enfermos, y espíritus proclives a apagarse, que podrían recuperar la salud, si quisieran CREER, llenándose de esperanza en LAS NUEVAS.

Mas... ¿quien les dará las razones del Señor? ¿Lo que Él está comunicando, desvelando misterios y ocultos secretos? No lo hará esta Iglesia, temerosa de posar los ojos en el ámbito Celestial; que analiza "lo insondable" bajo el prisma de su razón humana, finita, que no cree en los milagros, y hace de la verdad, múltiples verdades relativas. 

Los hombres y mujeres de la Iglesia tienen temor de enfrentarse a lo máximo. Se sienten más seguros retirados del ámbito de FE, prefieren la normalidad de sus vidas mediocres, que cursan sin altibajos. JESUCRISTO es un paradigma, pero es también un reto. Es Alguien inmanejable y por ello rehuyen su encuentro. Si alguien lo halla, prefieren NO CREER. Y es de este modo, como permanecen ciegos.

Por eso el apóstol hace esa inflexión: "Si nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados."

Hace falta humildad  para proceder a este examen, sea en modo propio, o en modo colectivo. Muchos no querrán perdonarme por decirles todo esto, si bien ES NECESARIO. Y lo hago por lo que también señala S. Pablo: (1 Cor. 11,32), porque es necesario corregirnos, si no queremos ser "condenados con el mundo"

Mucho he rogado al Señor y ruego, por la salvación de todos, y por esa razón inconcebible me parece que todavía tenga que estar dando explicaciones, siendo que tantas he dado y tanto he escrito, para que LA PRESENCIA DEL SEÑOR sea contemplada, y para que cada uno entre en su tabernáculo interior, y revise con sentido de dolor, de gratitud y de fe, todo lo que ante el Señor y en su Presencia, está consintiendo.

Siguiendo a S. Pablo (1Cor. 12, 1-31) parece asombroso que entendiendo "la diversidad de espíritus" que él nombra, con lo que la Iglesia está de acuerdo, y la disertación sobre el Cuerpo Místico, que ella tan orgullosamente como el apóstol, pregona, quince años de hallarme predicando: "Jesús es el Señor", para cuya proclamación me inviste Él mismo, no haya habido en la Iglesia quien descienda a esta proclamación, y la acoja, con reconocimiento de la acción del Espíritu, que en mí obra, y con la gratitud de aceptarme porque soy miembro del Cuerpo Místico.

Inclumplen taxativamente este evangelio, y en ello por sus maneras, faltan a la verdad.
Y no sólo a la verdad ofenden, cuando del AMOR se burlan, y le hieren. Porque declaran inútil todo cuanto dicen creer y realizar, siendo que dejan sin efecto sus sentimientos a Cristo, ya que lo que en mí ignoran, a Él le sirve de ofensa y rechazo, en SÍ MISMO. (1Cor. 13)

Dice el apóstol: "Ahora vemos como por medio de un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de una manera imperfecta: entonces conoceré de la misma manera que Dios me conoce a mi."   (1 Cor. 13, 12)

Lo que ellos contemplan en medio de la confusión de sus corazones y sus mentes, lo contemplo yo cara a cara. Lo que ellos conocen de manera imperfecta, Dios me lo deja conocer a mi, con la diafanidad de aquello que se desvela. 

"Tres cosas hay que permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más grande de las tres es el amor."    (1Cor. 13, 13)

En la actualidad, y ante LO NUEVO las tres cosas que importan a Jesucristo se echan en falta. Este pueblo no tiene FE, sus jefes actuales no quieren tenerla, pese a haber recibido en sucesivas ocasiones mis noticias. 


No tiene FE porque hasta este momento tiene cerrados sus sentidos al Espíritu, para ver, oír y sentir con aceptación lo que Él dice a las Iglesias. Puede parecer que generalizo con demasiada facilidad, pero yo convoco a los que han creído; a los que me han escuchado y han aceptado ESTA PALABRA, que se presenten. ¿Dónde están?

De igual modo convoco a los que no han querido responder; a los que a pesar de haber oído y haber visto, han preferido guardar silencio ante la Presencia manifiesta del Señor, que ha permanecido llamándoles insistente: ¿En qué creen?


Y si este pueblo no cumple el requisito de la FE ¿en qué tiene puesta su esperanza? En Dios no. Tiene su esperanza puesta en el hombre, en las metas humanas; en lo que es corruptible, cuyo punto de llegada es "el ahora" y "el hoy", sin proyección para otro mañana,  ni horizonte. 


...Porque si dice que espera al Justo, ¿cómo que no acude a su llamada, ni se mueve a recibirle con afán, conociendo que LLEGA? Es un pueblo que se mueve en la falacia y dulcemente "se engaña" llegando a considerar como verdad "lo que sólo es apariencia de ella".


Pero por lo mismo condena por sus acciones la ESPERANZA a que quiere destinarlo Jesucristo, porque cuando Él venga los juzgará según han creído.


Mas hallándose ausente de la FE y de la ESPERANZA que se concede en Cristo, es evidente que también falta al AMOR.


En este rechazo que sostiene para creer "lo que no ha aprendido", deja patente su falta de amor por el Señor, pues sólo es capaz de orientarse a Él si otros "le enseñan". 
La pedagogía cristiana, comenzó en la Iglesia, tras la ascensión del Señor, y es cierto que desde lo que "unos pocos vieron y oyeron", desde este testimonio de pocos, fueron alcanzados los demás, convertidos, conducidos y enseñados...


En estos momentos Cristo comprueba la FE, la ESPERANZA y el AMOR de los hijos de la Iglesia. De todos ellos, bautizados ya; los unos con votos y los otros, sin ellos, pero todos miembros del Cuerpo. Y no están respondiendo de ninguna de estas maneras al que dicen que AMAN. Ejercen un culto vano, porque "lo honran con los labios, pero no con el corazón."


Si Cristo les estrecha a "darle su consentimiento de fe, de esperanza y de amor" y se retienen, ¿qué serán capaces de hacer por Él? ¿Darán testimonio, cuando otros "incrédulos" procuren crucificarle de nuevo? ¿Permanecerán con él, si carecen de este pronunciamiento, cuando otros les amenacen, los abochornen y los persigan?


Creer en Cristo es mucho más que lo que los hijos de la Iglesia hacen hoy; tener esperanza en Él, implicaría estar esperándolo ya; pero esto ni lo consideran. Amarle, significaría acoger ESTE TESTIMONIO que Él está enviando desde mis pobres recursos, a la tierra, para que se transformen (se conviertan)

Dice el Señor al actual "Pedro" (piedra), ante su insensibilidad:

" ABRE ESA VENTANA."

Es ya hora  de abrir la VENTANA (lugar de acceso a la LUZ y a la renovación del aire)... Es preciso que la Iglesia se renueve y se deje iluminar con la LUZ que procede del Cielo. 
Está todo demasiado denso dentro. Demasiado oscuro e impenetrable, que penetre la LUZ... ¿De qué tiene miedo?

Si no lo hace unirá su oscuridad a la oscuridad que ya reina en torno, por doquier, entre los hijos del mundo que no creen, ni quieren amar a Dios, que han rechazado a Jesucristo, y no recibirán sus dones.

" ...Hemos probado antes que todos, tanto los judíos como los paganos están bajo pecado, como dice la Escritura:

" No hay un justo, ni siquiera uno;
no hay ni un cuerdo,
no hay quien busque a Dios.
Todos descarriados,
en masa pervertidos,
no hay quien haga el bien,
ni uno siquiera.
Sepulcro abierto es su garganta,
con sus lenguas urdieron engaños,
veneno de áspides bajo sus labios.
Su boca está llena
de maldición y amargura.
Veloces son sus pies
para derramar sangre,
ruina e infelicidad en sus caminos;
no conocen el camino de la paz,
el temor de Dios no existe para ellos."
( Rom. 3, 9-18) 


Vivimos tiempos oscuros, donde se cumple esto que está escrito, en modo general, y adquiriendo cada vez mayor preponderancia y deterioro, no sólo para los que se alejan del plano divino, estando bautizados, cuanto para los que nunca se han aproximado a él, que se vuelven hacia sus instintos de un  modo mayormente culpable y depravado.


Cierto es, como la Escritura señala que "ruina e infelicidad en sus caminos" hallan hoy la mayor parte de los habitantes del planeta, enzarzados en guerras, violencias, inmoralidades, infidelidades todas, latrocinios y crímenes. 


El bien que Cristo nos enseña, ¿quién lo practica y lo cumple? porque... ¿alguno ha dejado de pecar, bautizado o no, en este mundo nuestro? Por eso no conocen el camino de la paz.


Por eso, da igual los proyectos de bienestar que propongan los políticos, muchos de los cuales son ellos engendradores de daño, desde sus ambiciones desmedidas. Da lo mismo que la ciencia descubra "algún remedio" que corrige talvez alguna situación en modo relativo, porque esta ciencia humana a la que tantos se rinden, y a la que algunos adoran, siempre llega tarde a los planes verdaderos que tiene Dios. 


Cuanto sucede HOY, que nos apresa en su desnivel, puede resumirse en la última frase:  
"El temor de Dios no existe para ellos."

 Esta es la razón esencial de nuestro declive ahora, y del declive de la humanidad en todo tiempo.


El hombre que no es capaz de sentir temor de Dios, no se arrepiente. No sólo no cambia, y deja de realizar lo que está mal, sino que las obras que prefiere sin Dios, las consolida.


Revise cada uno en sí mismo, y revise la Iglesia en modo colectivo, como "guía" del pueblo, el temor de Dios que tiene. Porque hace décadas que perdió este rastro de virtud, entusiasmada por hallarse justificada en sí y conceder justificación a todos, desprovista de "todo temor", en la consideración de la bondad que Dios tiene y de la misericordia que concede Jesucristo.


Debo decir la falacia que se describe en ello, toda vez que la bondad de Dios, su atributo, no nos exime de ser justos, y tampoco se concederá sin la justicia que a la conducta de cada uno corresponda. 


Tampoco el hecho de que Cristo sea misericordioso, lo convierte en permisivo y tolerante hasta el punto de aceptar nuestros pecados, insensibilidades y olvidos, porque el Bien que obra se convertiría en injusticia hacia el Padre y hacia Él.


Digamos que la política eclesial ha estado orientada desde mediados del S. XX a "una bondad no restrictiva" y "no punitiva", que atrajese hacia su ámbito, lo que las ideologías de izquierdas trataban de arrebatar: a los fieles. 
...Y cierto es que durante algunas décadas, ha parecido que esa nueva orientación y entendimiento "tolerante y permisivo" con los errores de los hombres, le grangeaba el afecto a propios y extraños, aún enemigos... Pero sobretodo, le permitía tener un arraigo social no beligerante, acorde con los modernos sistemas demócratas.


No voy a entrar en todo cuanto la Iglesia ha realizado para anclarse al mundo, a la sociedad, a la política y asentar a los católicos, como cosa novedosa, en el barro de Adán. Pues esto es lo que ha construido a expensas de Jesucristo: no una vía de salvación que contemple el cielo, ni la vida del Espíritu, y por lo tanto edifique las almas en "el santo temor de Dios", sino aquello que puede tranquilizar la conciencia del hombre, para sin sentir un verdadero arrepentimiento, poder seguir inserto a su mismo vivir de siempre y a su mismo estar.

Pareciendo sagaz, no lo ha sido. Ha jugado a mantener un intercambio con la política, que redundase en su propio beneficio, sin darse cuenta de que ha sido finalmente la política quien la ha estado manejando dentro, y por desgracia también fuera. 


Yo sé bien que AHORA, situarse en la posición que de ella espera Cristo, la llevaría a romper con demasiadas cosas consentidas, con demasiados conceptos vendidos como verdades, que tendría que revocar, y desde luego, habría de situarse en un contexto nuevo: alejada del devenir de la sociedad que se orienta hacia lo fácil que propugna la ambición, el placer y en general todo pecado; y desasida de los políticos que incumplen y gobiernan en la injusticia, si quiere ser en verdad discípula consecuente con el hacer de SU MAESTRO.


Demasiado tiempo las mieles que unos y otros han vertido sobre ella, la fraguan a lo débil; al rechazo que está consintiendo y a la conveniencia de mantenerse a flote sobre las aguas de la ambivalencia politico-social, que tan bien ha navegado.


Mas, hora es de que despierte, y reconozca la realidad que ante sí tiene: ES JESUCRISTO, su Señor, quien la interpela y la sacude; Quien la insta a regresar no sea que se le haga demasiado tarde.


La mayoría de los fieles no sabe entender qué es "el temor de Dios", pero los que en ella mandan, sí lo saben. No lo practican, pero lo saben. De modo que es el momento de comenzar a ejercitarse en él, dejando para siempre sus arrogancias, y enseñando a los fieles a servir al Señor desde este concepto. No hay tiempo que perder.


Añade el apóstol:


"¿Qué diremos entonces de Abrahán, padre de nuestra raza? Si Abrahán hubiera sido  justificado por el cumplimiento de la ley, podría estar orgulloso, aunque nunca ante Dios. Pero ¿qué dice la Escritura?
Abrahán creyó en Dios y le fue contado como justicia."    (Rom. 4, 1-3)


También ahora, los fieles cumplen la ley que predica la Iglesia, y en ello no son injustos, por obedecer a "los culpables"; mas, la satisfacción que en la obediencia de la ley emanada desde los que gobiernan en la Iglesia, pueden sentir, y es grande, no les servirá ante Dios; como tampoco servirá ante Dios el gozo que a los preceptos "humanos" de los que rigen la Iglesia, sienten todos cuantos con votos, los cumplen por mostrarse obedientes al plano jerárquico.


Lo único que cuenta AHORA es creer en Jesucristo manifestado, presente, en su revelación, y entonces esa FE "les será contada como justicia", porque es a Dios, en la persona del Hijo, a quien están obedeciendo y honrando.


El Señor me señala los siguientes conceptos:


APÓSTOL:  " Es el título con que el NT designa a los doce que Jesús eligió para acompañarle más de cerca y para confiarles la misión de anunciar al mundo el reino de Dios. En realidad el apóstol por antonomasia es el propio Cristo en cuanto enviado del Padre oara salvar al mundo. El NT concede también el título de apóstol a otras personas que destacan por su actividad misionera, y de manera especial lo hace con Pablo..."


También en estos momentos, me designa el Señor, como designó a Pablo, a quien le dijo:


" No tengas miedo, habla y no calles, porque yo estoy contigo, y nadie intentará hacerte mal, pues tengo en esta ciudad un pueblo numeroso."

Como he declarado en la primera parte de este artículo, el Señor Jesús, con su voz me designa para ocupar "su apostolado", pues me dice: 


" PASA CUAL PASABA; HAZ COMO YO HACÍA."   

y es el Señor mismo el que acredita el ministerio que me concede al declarar:

" ES LA TERCERA LLAVE"

Pone en mi, bajo mi custodia, "esta tercera llave", porque como Él mismo sigue explicándome, se trata de:

"  LA PALABRA TERCERA"

Declaro yo, por lo tanto el ministerio con el que el Señor me inviste, por el cual predico "esta palabra tercera" (o "último evangelio"), pero además Él  hace confluir la MISIÓN que como apóstol me entrega, con su apostolado mismo, que prosigue realizando desde mi, pues dice:

" LO HARÉ YO; TÚ SERÁS TAN SÓLO UN UTENSILIO."

Así confirma como cosa suya todo cuanto estoy declarando, de modo que puedan verle a mi través; escucharle a Él mismo; recibirle en mi, y atender a cuanto me está revelando para estos tiempos.


"Los Doce" aceptaron a Pablo de Tarso, que era "enemigo". Con mayor motivo habrían de aceptarme a mí, los sucesores de "los Doce", que pertenezco al  Cuerpo Místico, y creo como ellos en Jesucristo, a quien sigo desde el bautismo.


ARREPENTIMIENTO:  Esta es otra palabra que conviene pensar, y señala Cristo, no sólo para los que rechazan escucharme-escuchándole, cuanto en general por causa de todos los excesos que son realizados; y todas las mermas, respecto a lo que fuese necesario.


Diremos que un primer paso estaría en "reconocerle"; y el siguiente en "escucharle", para proseguir "meditando" profundamente en todas aquellas acciones, actitudes y maneras que han de ser reconvertidas: procurando un cambio de actitud, que conceda en cada uno "un nacimiento nuevo".


Cristo vincula el arrepentimiento a la conversión.  Si no existe el primero, de ningún modo puede sobrevenir la segunda. Para transformarnos es preciso renunciar a todo cuanto nos encadena, nos arrastra, o nos priva de ser como Cristo quiere.


Ahora bien, nadie cambia por sí  mismo; y no lo harán los creyentes si desde las altas instancias "no se les pide". Al contrario, parece que la permisibilidad subyacente procure el estancamiento, antes que la evolución.


Si se anunciase a Jesucristo que LLEGA (lo que está a las puertas), cierto es que muchos cristianos revocarían su actitud; o se harían planteamientos serios, procurarían orientarse hacia lo definitivo... Darían otro valor a "su vivir" y entenderían más rápidamente los requerimientos que Cristo les hace (lo que ha venido predicando la Iglesia desde siglos...) 


Si el fiel entendiese la proximidad del Señor, y el cumplimiento de sus promesas, entraría en UNA DIMENSIÓN NUEVA, que se proyecta hacia un horizonte cercano, que Cristo mismo le brinda.


Aquí bien cierto es que no entiendo yo a mi Iglesia (sus jefes), necesitados como están de afianzar la fe y las vocaciones. Porque lejos de redimensionar lo ALFA, lo condicionan y disminuyen en su proyección misma, que no es otra que la conclusión OMEGA, que tienen ya delante. ¿Cómo entenderlos? ¿Hacia dónde van, o cómo se orientan? No se orientan a Cristo. Viene Él y lo dejan solo. Caminan hacia el desastre.


AUTORIDAD:   "Designa en primer lugar y ante todo la soberanía absoluta de Dios sobre el universo creado por él. Dios se la comunica al hombre, a los padres, a los amos, a los dirigentes de la comunidad aunque no sean israelitas. Jesús está investido de suprema autoridad, que comunica a los responsables de la Iglesia fundada por él. Pero esta autoridad debe ser ejercida no como un poder, sino como un servicio."

Poco puedo añadir a esto, de no ser que en estos momentos por encima de la autoridad del Papa, se halla la autoridad misma de Jesús, en todo aquello que ya cumple y revela. 


Y añadir, que si Cristo los invistió con su autoridad, para que fuesen fundamento de la Iglesia, Obra suya, la misma autoridad que puso en ellos, y ellos se conceden entre sí, cuando adquieren votos con Él y  se consagran, es la que yo tengo, pues la he recibido directamente de Él, que me ha consagrado.


Como bien dice el texto, esta autoridad no habría de entenderse como punto de fricción, ni de enfrentamiento, para dotar de preponderancia a ninguno, sino tan sólo como poder de ejercer lo que Cristo desea que sea ejercido; es decir, un medio para el cumplimiento de su voluntad. 


Sé que mi Iglesia se halla cumpliendo la voluntad que Cristo les expresó en el momento ALFA, cuando resucitó, antes de ascender al cielo; pero yo estoy cumpliendo la última voluntad expresada por Jesucristo, la que hace referencia a su Presencia última, la cual pasa delante de todo lo anterior, no porque  lo aparte o lo modifique, sino porque quiere elevarlo a la plenitud que la Obra concluida conlleva.


El arquitecto que puso los cimientos y los pilares primeros, es el mismo; pero ahora, levantado el edificio de modo que ya se sostiene, Él mismo, lo reviste, lo embellece y culmina todo cuanto en Él es preciso, para que adquiera el esplendor para el que fue diseñado.


AVARICIA"Es un vicio duramente fustigado por los profetas y los sabios de Israel, que recriminan sobretodo el lucro injusto y el enriquecimiento brutal de quienes detentan el poder político. A menudo se identifica con la rapiña y el robo, con la ambición desmesurada y la confianza en las riquezas, con el soborno y la corrupción. En el NT se la condena con idéntica fuerza, hasta el punto de considerar la avaricia como "la raíz de todos los males" y como señal definitiva de una vida que ignora a Dios".


Estamos en unos tiempos duros, donde la avaricia acampa, y se difunde desde la cúspide de poder humano, cual sea. Los poderosos se han instalado en la cima, para tomar posesión de todo lo que contemplan a su alcance y estiman por valioso. Ya no les mueve el ideal de trabajar por "los hombres" para propulsarlos hacia toda mejora de su ser y sus vidas; ya los utilizan simplemente en pro de su interés personal o sus lucrosos beneficios.


Es verdad que este pecado prevalece en el mundo, al alcance de quien ostenta el poder, por más que otros "no poderosos" aprenden de ellos, y se crea una pedagogía malsana, en la que terminan ilustrándose los que en principio eran "inocentes".

En esto se concede degradación, no construcción, porque lejos de instruir en lo que es "bueno y conviene para el ejercicio del bien y de la justicia", con el ejemplo insano, los que mayormente podrían hacer "lo recto y lo que es justo", pervierten.


Así este mundo nuestro se despeña y discurre hacia su perdición, no hacia la CONVERSIÓN que Cristo le pide. 

 La ambición también se halla instalada por desgracia en la Iglesia, por fortuna no en todos, sino en aquellos que aman por lo mismo el poder más que Dios, y lo que desean es manejar a los fieles a su antojo; y llevarlos a discernir por "sus discernimientos", que contravienen la revelación misma que el Señor está manifestando. 


Estos realizan mucho daño, porque se nutren de la inocencia y de la fe de un pueblo que ama a Dios y espera en Jesucristo, el cual les obedece en la consideración de LA OBEDIENCIA que supone tienen ellos a su Señor, pues son siervos.


AHORA el Señor les pone esta Palabra, para que reflexionen y salgan de su impostura, para que recobren el sentido, porque su labor ha de orientarse hacia el Bien. Y estando la sociedad tan corrupta e infecta, deben ellos ser ejemplo y lámparas, donde los extraviados hallen el rumbo preciso.


AYUNO"Es un gesto religioso poco apreciado por la moderna cultura secularizante, pero muy enraizado en todas las antiguas religiones y muy positivamente valorado por la Biblia como signo del reconocimiento de la condición frágil y pecadora del hombre frente a la soberanía y santidad de Dios. (...) Pero la Biblia  no considera el ayuno como un rito mágico; por eso mismo sólo lo valora positivamente cuando va acompañado de la oración y de la ayuda al necesitado. En esta misma línea de valoración positiva, pero condicionada, se colocan Jesús y la primitiva comunidad cristiana."

En estos tiempos hablar de AYUNO parece un despropósito. Como hablar de épocas pretéritas, ya desechadas por la modernidad y el progreso fatuo que nos colma. 
Así debe parecer a la progresía incrédula... Si bien, Cristo, Nuestro Señor lo propone. Realiza Él esta propuesta a los que lo aman y creen en Él. Un "ayuno" acorde con la situación que vivimos, en donde los excesos son tan fieros que lo han sacado todo de su cauce. 

Ayunar en estos tiempos habría de tener un paradigma moral, puesto en Jesucristo y en su modo de comportarse. Va más lejos que el mero propósito de dejar de hacer algunas comidas, o dejar de lado algunos alimentos... Incide sobre todo en la "levadura falsa" que adquirimos, sin saber discernir, como los apóstoles cuando Cristo les avisaba "al ir a comprar pan". No todo "pan" es alimento, y aquí los sucesores de los apóstoles han de instruir al pueblo para que practiquen este AYUNO que los prive de comer y alimentarse con "lo falso", con el pseudopan, que la sociedad administra y cuece en el horno de sus dislates y placeres. 


Con el "pan de lo fácil" de lo "acomodaticio" "de lo que engendra egoísmo" "o de lo que provoca injusticia".


El creyente que espera a Jesucristo OMEGA, "el que fue, el que es y el que vendrá", ha de ayunar RENUNCIANDO a todo lo que contamina  su espíritu, le degrada, le pervierte, es dañino para él u otros, y le conduce hacia la confusión o la desesperanza. 


La Iglesia ha de proponer este AYUNO que el Señor solicita, conjunto al ARREPENTIMIENTO y a la PENITENCIA, de modo que este pueblo se santifique y se disponga al recibimiento del Señor que LLEGA, con la dignidad de los hijos del Reino.

El Señor espera vernos tender hacia Él nuestros mantos, a su paso; en ello todo lo puro y lo valioso que tenemos dentro. El triunfo del Señor, que entonan las palmas, cuando saludan su encuentro, comienza en la purificación que realicemos, de modo que su triunfo, sea también nuestra victoria.


BANQUETE" El primer lugar tiene en la Biblia el significado de rito conclusivo de un pacto. En este sentido el banquete bíblico por excelencia es el banquete de pascua en cuanto celebra la liberación de la servidumbre egipcia y la consiguiente alianza entre Dios e Israel. Con esta significación religiosa, el banquete suele ir precedido de un sacrificio que aporta parte, al menos de los manjares del banquete. En segundo lugar, sobretodo en el NT la imagen del banquete nos remite a la comunión de vida con Dios en la plenitud del Reino. La eucaristía es, en cuanto banquete, sello de la nueva alianza y anticipo y prenda de la gloria definitiva."

El Señor, nos muestra esta Palabra, con la interpelación que los evangelistas hacen Lc. 13,22-30 y 14,15-24

Es una invitación a "la comunión de vida con Dios en la plentitud del Reino", como se ha dicho antes, para lo cual se ha de entrar "por la puerta estrecha", según las palabras que el Señor nos está refiriendo, por las que sobrevendrá nuestra purificación.


Pero es además la participación eucarística en los ágapes eternos, para lo cual Cristo renovó la alianza, mendiante su propio sacrificio, como viático.


Lo que ahora requiere al brindarnos esta Palabra, es que también nosotros SELLEMOS con Él la alianza que Él SELLÓ con el Padre. De modo que recibamos con nosotros sus promesas, que ya cumple, y nos alimentemos con lo que ahora hace NUEVO, siendo partícipes en todo lo que Él constituye como PAN.


Esta invitación al banquete, se ha hecho ya ESCATOLÓGICA, y urge a los fieles responder al llamamiento que el Señor les hace, entrando por "La renuncia", y "la abnegación"; porque sucederá lo que el evangelista señala: Lc. 13, 25-30, ya que serán merecedores los ÚLTIMOS sobre los primeros, por cuanto han creído la última Palabra revelada.


BAUTISMO:  " Originariamente es un rito purificatorio simbólico, consistente en sumergirse o rociarse con agua. Frecuente en la historia de las religiones y no desconocido en el mundo del AT. Juan, el precursor, lo utiliza como señal de penitencia. Jesús, que se somete a este rito, lo convierte en rito de entrada en el reino. Pero justamente por eso, en adelante ya no será un simple rito externo, sino un acontecimiento eficaz y transformador. Relacionado con la muerte sacrificial de Cristo es una participación en esa muerte y en la consiguiente resurrección, y comporta una profunda renovación en la vida y en la conducta."


Todos los creyentes y seguidores de Cristo, conocen este sacramento, siendo que se hallan bautizados. Es además uno de los sacramentos que la Iglesia realiza constante y declara en sucesivos momentos, afirmándolo.


El bautismo que ahora describe Jesús, al conceder esta Palabra, contiene una referencia escatológica que Él propone a los hijos del Reino. Consiste en adquirirle a Él, revestirse de Él, de modo que el espíritu del fiel, quede sumergido en su Espíritu. El Señor quiere cristificarnos en Él, por lo cual nos visita y nos concede su revelación, de modo que tengamos en nosotros los designios que ya cumple, y la certeza de su advenimiento segundo. 


Es necesario que su pueblo salga a recibirle, purificado ya previamente. Mas... ¿cómo lo hará, si la Iglesia, no contempla lo que ESTÁ SUCEDIENDO? 
Pero habrá de disponerse enseguida, porque llegará Él y procederá a emitir su juicio, recogiendo Consigo a los que han permanecido esperándole, y han creído en todo esto que de su parte digo.


Entonces cumplirá lo que he señalado antes, dejando fuera a los que no han querido CONOCERLE, ni se han aproximado a creer: Lc. 13, 25-30


El Señor mismo bautizará a los que sí han creído, con el Espíritu Santo en un PENTECOSTÉS NUEVO, concediéndoles ya para siempre el don de Dios.


Este pueblo que ha de ser "santo", ha de comenzar ya su bautismo, disponiéndose a ello con un espíritu de CONVERSIÓN, que le lleve a transformarse, a ser "según Cristo".

Será bautizado primero en el dolor, porque recibirá sobre sí la cruz que llevó Cristo, antes de resucitar definitivamente, mas ello acrecentará su fe y su virtud. El Señor espera que obtenga fortaleza, de su fidelidad y perseverancia en la lucha que llega.


BENDICIÓN" La bendición bíblica, cuando referencia a Dios, que es lo más frecuente, es ante todo una evocación de su potencia salvífica y un reconocimiento de su generosidad. Cuando Dios bendice es que está comunicando a los hombres o a las cosas una misteriosa participación de su propio ser."

Cristo anuncia a su pueblo la paz, dice el salmo: "Dios anuncia a su pueblo la paz, a su pueblo y a sus hermanos"... En realidad esta paz anunciada es la plenitud que concede el Padre en el Hijo, y se convierte en SALVACIÓN.


Es garantía eterna para los hombres, en Dios y triunfo de Dios sobre los hombres, y especialmente sobre Satanás.


La bendición que se describe ya llega. Es Jesús, que viene de nuevo a la tierra, para rescatar a su pueblo y guardarlo a salvo de toda acechanza, en su Reino de paz.


Pero optar a ser bendecidos en esta manera requerirá de cada uno llevar inscrito el signo de la cruz sobre la frente, marca con la que saldremos indemnes del "desastre".


¿Qué hemos de hacer para ello? Hemos de abrazar al par todo cuanto Cristo ha hecho, no sólo en el momento ALFA cuanto en el OMEGA (lo que ahora está ya explicándonos y desvelando, para cuando se cumpla su promesa.)


Contrario a este don, se halla "la maldición", que Él mismo decretará sobre sus enemigos, todos cuantos le han servido de obstáculo y han perseguido a su pueblo santo, los que figuran en la Palabra que sigue a esta; y hallarán el cumplimiento de su ira (Artº 4 del blog: "VISIONES PROFÉTICAS"...)


BESTIA; BESTIAS:   " Constituye en el lenguaje religioso de la Biblia el símbolo de la oposición a Dios. Todas estas bestias se mueven a la sombra de Satán, la bestia maldita por excelencia, y todas serán finalmente aniquiladas por el poder de Dios y del Hijo del hombre, Jesucristo."

El poder de la bestia, o las bestias, se extiende hoy por el mundo. Vemos sus frutos o efectos; la incardinación que conduce a lo dañino y es ruina para el espíritu; perdición que muchos alientan... 


Estos avisos están sucediendo ya. El odio a Jesucristo, y el desdén y desprecio al Padre, florece más que nunca en estos tiempos. Cierto que a los cristianos no le han faltado acusadores y persecuciones desde sus mismos comienzos, pero aquello circunscrito a algún lugar determinado, hoy se extiende por doquier en todo el mundo y en todo modo y manera.


Incide desde los fanatismos religiosos, como el Islám, y otras sectas (masones), a la fobia del ateísmo propulsado por ideologías de izquierdas (socialismo y comunismo), que pretenden un mundo sin Dios y desde luego en el que se produzca el entierro definitivo de Jesucristo. 


Estas "bestias", dispersan por el mundo su poder, como un gas letal, que oprime y amordaza a los espíritus sencillos, sin importarles el ejercicio de la violencia oficial, la emanada por sus modos de gobierno. Así opera en países como Cuba, Venezuela, Bolivia, y otros de América Latina; China, Corea,  Vietnan del Norte... y se nutren en la benevolencia de Europa, para desestabilizar todo derecho, y la religión, aprovechándose de su política demócrata, que sólo piensa en "dinero", volviéndose por intereses mercantilistas y de poder humano, si enemiga no, tibia cuando menos, con Jesús, al que tampoco defiende como fuera preciso.


Estos atraerán los cumplimientos apocalípticos que están reseñados para el fin, pues harán alianzas funestas con los más terribles enemigos, con tal de vencer a Jesucristo. Si bien, como está escrito Él resultará vencedor:


"Siéntate a mi derecha
hasta que haga de tus enemigos
estrado de tus pies."

Sin ánimo de asustar a nadie, quiero expresar que los tiempos han llegado. lo que Daniel profetiza y el Apocalípsis... De modo que es hora de refugiarse en Jesucristo VIVO y PRESENTE, y proceder a escucharle en todo cuanto está avisando, para que cuando el mal nos cerque, estemos situados junto a Nuestro Guardián.

Los cristianos sufrirán oprobios, vejaciones, insultos, persecuciones cuantiosas (estas cosas ya están sucediendo en: India, Pakistán, Arabia, Egipto, Turquía, Siria, Irán, Iraq y todo el cinturón árabe, incluso en países africanos como Sudán, o asiáticos como Filipinas, China, Corea, Vietnan y Cuba, Venezuela entre otros...)

Estas son persecuciones a cara descubierta, en ocasiones feroces, algunas de componente martirial... pero existen otros países en donde de modo subterráneo, por lo solapado, se ejerce obstrucción sistemática, incomodidad, aislamiento, vejación, burlas e insultos, hacia los cristianos. España se ha incorporado a esta ola bestial en los últimos seis años, y en Europa, tampoco el camino se hace franco para los católicos y cristianos, pues cada vez se corroe más el sentido de la tradición religiosa y se atenta en modo "político" contra este sentir y su moral, de modo que  esta descomposición de sus propias y fecundas raíces, como un cáncer avanza, desde sus agentes sectarios (todos de izquierdas), hacia la destrucción del hombre libre; y hacia la expresión de su conciencia, a la que trata  de APAGAR , devorando cuanto encuentra.

Frente a esta BESTIA que amenaza la paz de Jesucristo y a su Iglesia, los católicos han de adoptar posturas de firmeza sostenida, sin arredrarse, conociendo que Jesucristo es Dios y tiene todopoder. Entendiendo la hora que se acerca, en la que todos estos enemigos serán vencidos, y conociendo que Él LLEGA y está próxima su VICTORIA.

Dice el autor de (Heb 10, 26-39):

"Porque si pecamos deliberademente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino una terrible expectación y el ardor vindicativo del fuego que consumirá a los rebeldes.

Mas si esto convertía en reo a quien traicionaba los principios antiguos, propiciando su muerte:

"¿De cuánto mayor castigo pensáis vosotros que será digno quien haya pisoteado al Hijo de Dios y haya tratado como cosa profana la sangre de la alianza por la cual fue santificado, y haya ultrajado el Espíritu de la gracia? Porque conocemos a aquel que ha dicho: "A mi la venganza, yo daré a cada cual lo que merezca." Y también: "El Señor juzgará a su pueblo". Es espantoso caer en las manos del Dios vivo.

No serán perdonados todos los que se oponen al Señor, por lo tanto, hijos suyos, no temblad; no seáis pusilánimes, no os arredréis ante las burlas, las amenazas o las ofensas. Habreis de revestiros con la coraza de la FE, como de un escudo, y sostener la batalla, enarbolando ESA ENSEÑA, que es en los hijos del Reino, sabiduría, y en los enemigos ignorancia , como dice el texto de Hebreos:

" No perdáis vuestra esperanza cierta, que tendrá una gran recompensa. Es necesario que seáis constantes en el cumplimiento de la voluntad de Dios, para que alcancéis lo que os está prometido. Porque dentro de poco, muy poco tiempo, el que ha de venir llegará sin retrasos. Mi justo vivirá por la fe; pero si se acobarda, dejará de agradarme. Nosotros sin embargo, no somos de aquellos que se retiran cobardemente para la perdición, sino de aquellos que se salvan por la fe."

Ahora bien, entended que la FE que Cristo espera en vosotros, no es aquella que cuenta tan sólo con su primera venida, sino en mayor modo la que en estos momentos últimos y decisivos le aguarda; la FE que os estoy anunciando, para que cuando Él LLEGUE podáis salir a recibirlo. Pues como prosigue diciendo Hebreos:

"La fe es la garantía de las cosas que se esperan, la prueba de aquellas que no se ven."

De modo  que muestran su FE, todos aquellos que estén esperando y considerando, hasta el punto de transformarse, los cumplimientos últimos.

 BIEN. BONDAD:  " Sólo Dios es bueno, proclama Jesús en el evangelio de san Marcos. Todas las demás cosas, en cuanto criaturas de Dios, especialmente el hombre, participan de su bondad y al mismo tiempo son objeto de la bondad divina. Este Dios bueno, que lo es hasta con los malos y desagradecidos alcanza en Jesucristo la suprema manifestación. La bondad es una actitud fundamental del cristiano y, a imitación  de la de Dios, debe extenderse a todos, incluídos los enemigos."

A tal efecto, lo que Cristo nos requiere nos somete a prueba de fortaleza, que nos lleve a sembrar el bien, siempre. En las situaciones propicias y en las funestas; en los momentos prósperos y en los de agravio. Dura situación se plantea en estos tiempos, donde tantos tratan de poner cepos, y señalar con saña, cuanto les incomoda de nuestra fe; mas tengamos templanza  y miremos con fe esta VICTORIA de Nuestro Rey y Salvador, que LLEGA  y nos concederá el triunfo (Mal. 3, 13-21)


Como dice el texto de Hebreos:


"Recordad, en cambio, aquellos primeros días en que, después de haber sido iluminados, obtuvistéis grandes luchas y sufrimientos, unas veces expuestos públicamente a ultrajes y torturas y otras haciéndoos solidarios de aquellos que eran así tratados. Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente."
(Heb. 10, 32-34)


BIENAVENTURANZAS:  " Con este término se describe la obtención y posesión por parte del hombre de un estado de felicidad definitivo y total. En realidad la bienaventuranza es Dios mismo, participando por el hombre, bien de manera parcial a través de los dones terrenos concedidos a la criatura, bien de forma completa, a través de la comunión de vida con él en el más allá. El NT proclama bienaventurados a todos aquellos que de algún modo participan ya a través de Cristo de esa vida divina."

Esta es la meta a la que nos dirigimos. Una culminación que ahora está ya cerca; que estará a nuestro alcance en la medida que más defendamos a Cristo y todo cuanto nos concede, con amor verdadero y fe plena.


Él nos invita a ser unos en Él, como Él lo es del Padre (Jn. 17); declara a sus discípulos en modo ferviente:


"He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto deseo que arda!"  (Lc. 12,49)


y afirma al concederse como alimento esencial, ante sus apóstoles:


"He deseado vivamente comer esta pascua con vosotros antes de mi pasión. Os digo que ya no la comeré hasta que se cumpla en el reino de Dios (...) os digo que ya no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el reino de Dios".
(Lc. 22, 15-18)

 Cristo anhela esta unión, de nuestro espíritu a su Espíritu, que nos configure a ser seres bienaventurados. Por eso conoce Él que ya no se saciará hasta que "se cumpla en el reino", "hasta que el reino llegue"...


Nosotros hemos  de quererla también. Hemos de aspirar con afán al logro de esa corona, que nos convierta en hijos del Reino, unidos a quien nos ama, por amor.




III

Se hace preciso que la Iglesia quiera abrir sus brazos a Jesucristo manifestado, y crea en todo cuanto le estoy diciendo desde hace ya quince años. Que escuche su revelación, y ponga en práctica todo cuanto Él le pide ; que se convierta.

Como los primeros cristianos recibieron a Pablo (Hch.9), y confiaron en las vivencias que les refería respecto a la aparición de Jesucristo resucitado, es preciso AHORA que también esta Iglesia, los cristianos de este tiempo, reconozcan la PRESENCIA MANIFIESTA del SEÑOR, en mi; y obedezcan sus razones, para su propio restablecimiento.

"Pedro" no ha de poner al Señor a prueba, esperando para tomar la resolución, que el Señor mismo se le manifieste, o se muestre a Él, porque ya lo ha hecho, eligiéndome, y me envía hasta él para que sea humilde y crea, sin poner condiciones al Señor.

Porque sus planes están ocultos y Él los desvela si quiere, y a quien quiere. Y a quien elige, lo envía a dar sus enseñanzas y revelaciones, a su pueblo. Lo hizo así el Padre, eligiendo a sus profetas. Y lo hizo así Jesucristo, eligiendo a sus discípulos. Y más tarde, eligiendo a Pablo de Tarso, que era enemigo.

Pablo, fue aceptado por Ananías, y después por Bernabé. Los apóstoles, incluído Pedro, lo acogieron con ellos, sin servirle de obstáculo. 
Estas cosas parecen fuera de lugar, en la actual Iglesia. Les sucedían a aquellos, pero la cúpula de poder de este templo ha perdido de vista tales inclinaciones, y fuerzan al Señor a que las cosas sean como "las quieren ellos"; y pues, no modifican su posición, quien permanece fuera del templo es JESUCRISTO.

El Señor me muestra una Iglesia dividida, en la que habrá los que sólo creen en "lo ALFA"  y ahí prosiguen, y los que acogen "lo OMEGA" además... cuyo número se incrementará, en la medida que los cumplimientos lleguen.

No hay tiempo que perder. La hora ya ha sonado, y es tiempo de proceder con buen criterio, y con la esperanza puesta en el Señor que SE ACERCA.

Cuando la Iglesia que espera la venida última del Señor, emerja y recobre el sentido de lo que Él ESTÁ REALIZANDO para culminar la redención, habrá de proceder siguiendo estas Palabras que figuran en la Biblia (Índice Analítico), y quiere el Señor que las tengan en cuenta, pues me las muestra:

EDUCAR:   "Designa el proceso de formación de una persona en el que entran en juego amor, enseñanza, exhortación, promesas, corrección, premios y castigos. En el plano humano educar corresponde sobre todo a los padres. En la historia de la salvación, Dios es el educador insuperable del pueblo israelita, tarea que Cristo continúa en los apóstoles y que llega a su plenitud en el envío del Espíritu."

Quiere el Señor, que los que le aman y le creen, no permanezcan inactivos, sino que sean educadores a su vez con Él, de modo que todo cuanto ha depositado en mi, llegue a su pueblo, y este reciba así sus enseñanzas, su luz, siendo formado como conviene, por aquellos a los que dejó establecidos con esa misión.
En realidad ya tendría que estar concediéndose todo cuanto Él ha revelado, porque la Iglesia habla de "la nueva evangelización", sin salir de "lo ALFA", y así es el paño viejo lo que oferta. 

Cierto es que muchos han de ser evangelizados desde el principio, porque viven ya sin conceptos formales, y sin entendimiento de Jesucristo y de su verdad, ni siquiera en referencia a su primera venida. Pero en realidad TODOS han de ser evangelizados en LO NUEVO. Incluso los que están sobradamente formados en todo lo que "se ha conocido de Cristo hasta ahora", como sucede a los consagrados y jerarquía.

Esta tarea no es nada pequeña. ¿Cuándo comenzarán? Llegará el Señor, y hallará ante sí a un pueblo que no lo recibe, porque NO LO CONOCE. A una Iglesia, que LE RECHAZA, esta situación será, si no comienza con decisión a unir su voluntad a la que está expresando Cristo

La FE es un don que Dios concede, pero ha de inculcarse en el tiempo propicio. Si los hombres no la transmiten, no la muestran, ni enseñan, el pueblo no sabrá tener FE; y en su caso pondrá sus expectativas espirituales, en ídolos falsos.

La Iglesia tiene una gran responsabilidad, pues es MAESTRA. Pero si ella no cree, si es ella la que ha perdido la FE, y no espera que el Señor ya venga... perderá la ocasión de ejercer su Magisterio, ya que será el propio Cristo quien se situará en frente, y ENSEÑE LO QUE ELLA NO HA QUERIDO APRENDER cuando llegue.

ELECCIÓN:  " Con esta palabra se describe en la Biblia la iniciativa amorosa, libre y soberana de Dios, mediante la cual escoge a un pueblo (o a individuos singulares dentro de ese pueblo) para  hacerle portador de su designio de salvación en medio del mundo. En realidad, la elección divina descrita en la Biblia es una auténtica creación que tiene como única motivación el amor y como objetivo la alianza." "Por parte de Dios la elección es irrevocable (...) el NT reivindica para Jesucristo el título de "elegido de Dios" por antonomasia (...) en virtud del cual todo el pueblo cristiano -en primer lugar el gurpo de "los Doce" y Pablo en especial- es ahora el destinatario de la nueva elección."


Me asombra esto que en la Biblia está escrito, y todos, en la Iglesia conocen bien. Conocen la letra de la ley, pero no la cumplen... Saben la elección que Dios hace, o la que puede por lo mismo, hacer Jesucristo, pero tratan de ignorarla como si no fuera. ¿Es ello porque obedecen la ley? ¿Se dejan conducir por la voluntad de Dios, expresa? ¿Entienden "la elección" sólo en lo que les atañe a sí mismos? Estrechos de mente, son, en tal caso... ¿Cómo se les ocurre pensar que Cristo puede hipotecar su Poder y circunscribirlo tan sólo a ellos?


Lo que AHORA sucede no es nada extraño, en el proceder del Señor; no es algo que Él no haya hecho siempre, primero el Padre, y después el Hijo. ¡Y los jefes de la Iglesia lo saben!  Su elección en verdad es irrevocable. Lo es. Lo saben también, y... ¿no temen desairarle? Dicen que lo aman ¿cómo puede entenderse un amor que no cuenta con lo que Jesús AMA, pues "lo elige"?


No quiero entender que sean celos, que nublan su entendimiento, y les priva conduciéndoles hacia "la pequeñez" y no hacia lo grande que el Señor constituye.


Como Pablo fue elegido, he sido elegida yo. La contumacia de ellos me fuerza a proclamarlo, aunque no quieren escucharlo. En este desafío que realizan no me hieren, bien cierto que no. A sí mismos se dañan dando lugar a que se  cumplan todos los avisos que declaran su ruina y cada vez son más evidentes. Pues como dice el salmo sucede:


"Conmigo es el Señor, ayuda mía
¿qué puede hacerme el hombre?"

En esta oposición que realizan, no es a mi a quien se oponen, pues yo carezco de poder alguno; pero se enfrentan a Jesucristo, sin querer entender que Él es la piedra de tropiezo; una piedra que puede hacerles caer para siempre.

ENEMIGOS:   "La Biblia  constata ampliamente el hecho de la enemistad, tanto a nivel de individuos como de grupos y pueblos enteros. A veces la enemistad es mutua, pero con frecuencia sólo una parte se constituye en enemigo. En AT identifica a menudo enemigos de Israel con enemigos de Dios; por eso, la era mesiánica traerá consigo la liberación de los enemigos y su aniquilación.
En el NT Jesús proclama que la enemistad entre los hombres debe ser vencida a fuerza de amor. El único enemigo que merece el nombre de tal es Satanás y cuanto con él se relaciona." 

Cristo muestra  aquí la existencia de aquellos que son contrarios a realizar su voluntad, o que lo odian y procuran apartarlo. Estos son enemigos y como Él confirma, obran guiados por cuantas tentaciones les pone Satanás. Son sus brazos y sus piernas.


Estos enemigos surgen en el mundo, dando lugar al anticristo, que en estos tiempos últimos, querrá lidiar  una batalla feroz contra el Señor Jesús, para derrotarlo. 
Los vemos ya asomar en muchos modos y maneras, asidos a consignas políticas, de añejas ideologías, que lo único que todavía sostienen como propio es el odio que sienten por Dios. Y los hallamos en fanatismos exacerbados de quienes partieron de la mentira y ejercieron en ella su consigna, bajo el signo de la violencia y la falta de derechos humanos a los más débiles (mujeres y niños), reto que la humanidad reconoce, pero para el que no arbitra ninguna medida firme, siendo un real y verdadero peligro, que pondrá en jaque al mundo. Escrito está.


Pero también Satanás tienta a los hijos de la Iglesia, y los conduce a ser "los falsos pastores" de donde saldrá el "falso profeta", que declarará la guerra a los santos. (Dan.)


No comprendo a la jerarquía eclesial, que lejos de curarse y obedecer los AVISOS del Señor para la oscuridad que llega, prosigue -y en ello se deja tentar- rechazándolos.


Han perdido de vista aquella capacidad que tuvieron alguna vez, para adentrarse, persuadidos tan sólo de su fe, a la conquista de nuevos horizontes, donde sembrar "lo NUEVO", y así elevaban sus espíritus, santificándose y santificando aquello que llegaban a tocar. 


Aquellos propósitos, han cedido por completo, hasta encerrar la FE en los despachos, asistida de planes previos, de conferencias interminables; seminarios, que se nutren de las luces que "su razón" procura, pero que temen adentrarse por el genuino resplandor.


La LUZ de Jesucristo la apagaron; el vuelo del Espíritu, lo dejaron fuera, porque prefirieron pertrecharse intramuros, bajo seguridades de políticos, sobre "lo terreno", aparentemente más sólido que las aguas profundas del mar al que Cristo los está invitando a remar...


Así verán cumplirse todo, cuanto les estoy diciendo. Ellos están haciendo de puente, para que pase el Mal, que Cristo está tratando de derribar.


ENSEÑANZA. ENSEÑAR: " Con estos vocablos el AT designa a veces la transmisión de conocimientos o habilidades de cualquier clase, pero sobre todo designa la instrucción en la ciencia de las cosas divinas. En este sentido, enseñanza y sabiduría son conceptos afines. Si Dios es el maestro por excelencia y su enseñanza toma definitivamente cuerpo en Jesús de Nazaret, el Maestro que enseña en todas partes sin descanso y con una autoridad hasta entonces desconocida. 
Jesús transmite a los apóstoles esta capacidad de enseñar auténticamente. El Padre como fuente y el Espíritu Santo como fuerza y luz son la garantía de esta enseñanza."


También ahora, Cristo está dando a conocer su enseñanza última, y para ello desvela todo cuanto nos quedaba por contemplar. La derrama en modo permanente, día tras día sobre la persona a la que envía con su MENSAJE, de modo que todo cuanto desea que sea conocido, me lo hace conocer primero, para que yo lo haga conocer a su pueblo.


Me concede Él esta capacidad para enseñar en modo tan auténtico como la concedió a los apóstoles, porque es preciso que ante los acontecimientos que se perfilan para los próximos tiempos y los que ya se hallan rodeándonos, los hijos del Reino, conozcan lo que Él está cumpliendo y quiere realizar para nuestra salvación. Este pueblo si quiere llegar a la santidad que Jesucristo estima, ha de ser enseñado, en la doctrina última que Él da, además de todo lo que anteriormente también ha aprendido.


ENVIDIA:   " En cuanto pesar por la felicidad del prójimo y apetencia desordenada de los bienes ajenos, es condenada por la ley y considerada como fuente de incontables males. El NT atribuye a la envidia la misma muerte de Cristo y el rechazo del evangelio. Hay que superarla con amor, llevando una vida según el Espíritu."

Aquí apunta Jesucristo con su dedo a los conspiradores; a los que sirven de entorpecimiento, y de pugna, porque no toleran que "alguien les haga sombra", y urden con lo oscuro de sus sentimientos, celadas, traiciones, falsedades, acusaciones que lleven a precipitarse a quien tienen como objeto de  su insatisfación.


Cierto que por envidia, muchos miembros del sanedrín lo condenaron a Él, declarando en falso, con apetencia de la traición que consumaron. También ahora Nuestro Señor, se siente despreciado, rechazado, traicionado.... 

...Aquellos que en mejor modo debieran conocerle y corresponder a su afán, lo dejan como Quien "no les importa"; lo nombran sí; utilizan su voz, y se sirven de cuanto hizo, pero no le sirven. Si durante siglos le sirvieron, en estos tiempos no se inclinan a ello, pues hacen lo que a ellos les sirve y lo que gustan hacer, según sus fines propios y sus intereses; pero no eligen los fines de Cristo, ni buscan unirse a su voluntad, para darle cumplimiento.


Tal vez Cristo ha hecho mal enviándome. ¡Tal vez debía haberlo propuesto a alguno de los de dentro! ¿Será que no sabe Él lo que conviene?  Absurdo modo de comportamiento es, pero puedo decir  que no ha habido uno sólo de los que "se llaman suyos", que se comporte con la debida aceptación. El "NO" que otorgan a la mensajera, lo otorgan al Señor y a su doctrina, y por supuesto a este pueblo.


EPIFANÍA: " Significa manifestación y por lo que se refiere al vocablo, el AT lo utiliza casi exclusivamente en 2 Macabeos para aludir a las intervenciones extraordinarias de Dios en favor de su pueblo. La realidad expresada por el vocablo está presente en otros muchos lugares en los que epifanía es sinónimo de "teofanía" o manifestación de Dios. 
La manifestación suprema y definitiva de Dios tiene lugar en Jesucristo, tanto en su primera venida como en la última, cuando venga a clausurar la historia."


Estos son tiempos de EPIFANÍA en todo el sentido que ahí se expresa. Cristo está ya avisando SU LLEGADA. Ya no vendrá más. Estamos en los últimos tiempos, sin que algunos quieran enterarse, y el Señor vendrá, para juzgar la FE de los que afirman creer, y el AMOR si es que son capaces de mostrárselo. 


La Iglesia pierde tiempo lamentablemente, y se halla atascada, en medio del camino, sin querer considerar hacia donde se dirige. En la actualidad, mucho me temo que va sin rumbo, sin saber a dónde va, ni cuando llegará al punto preciso para encontrarse con Cristo, ya que está desestimando todos SUS AVISOS y el llamamiento que le hace, enviándome, para que crean.


El Señor ha realizado sobre mi la teofanía de su manifestación, y por esa razón lo describo como Quien está Presente AHORA y Vivo; no hablo yo de hace dos mil diez años; sino de la época en la que nos hallamos nosotros, los hijos de la Iglesia, como los que están oscurecidos (esta oscuridad es cierta). 


Se presenta Él, me habla, me explica su misterio; desvela delante de mi los secretos del Reino; lo que ya sucede y proseguirá sucediendo, los acontecimientos últimos... Ilumina con la LUZ de su Espíritu, aquellas cosas veladas, cubiertas, y deja en mi espíritu SU REVELACIÓN para estos tiempos, porque ya VIENE ÉL DE NUEVO a la tierra...


No quiere que los hijos de la Iglesia estén ciegos cuando Él esté delante. Ni sordos, como los que nada han escuchado, ni nada esperan... Por el contrario, cuantiosas son sus instancias para que "despierten" "se purifiquen" "desaten sus lazos terrenos" "crean y acojan LO NUEVO" "le esperen anhelantes, con sed"... 


¿Lo hacen? ¿Alguien les habla de todo ESTO? ¿Saben acaso ellos, dirigentes, lo que Cristo va a hacer cuando venga? Si lo saben, hablen, informen, expliquen a este pueblo lo que Él desea que se comunique, pero si Él no les ha dicho nada, tengan al menos la grandeza de saber escuchar, a quien sí ha recibido su MANIFESTACIÓN y su PALABRA, porque lo que Él me dice, no es para mi beneficio, sino para que se salven los hijos de la Iglesia.




ESCÁNDALO" Etimológicamente significa tropiezo, trampa, ocasión de caída tanto material como sobre todo moral. Hay un escándalo saludable, en cuanto Dios mismo o Jesucristo ponen a prueba a su pueblo, que no responde como debería y cae; y hay un escándalo culpable y pecaminoso, cuando el hombre abusa de la debilidad del hermano y le hace caer."

Ambos modos suceden. Cada día nos sorprendemos por nuevos escándalos que delatan lo precario de nuestra moral, y lo incisivo de los vicios, que acechan al ser, llevándolo por caminos desenfrenados.
Nos abruma el escándalo, y nos duele, cuando por ello se masacra la inocencia.

Cristo profiere amenazas contra aquellos que provocan escándalo en los pequeños, y dice aquello que conocemos bien:

"Más valdría que los arrojaran al río con una piedra de molino al cuello..."

La sociedad actual es escándalosa; se nutre en el escándalo. No le importa, por seguir dictados políticos inmorales, escandalizar a los niños. Muchos medios de comunicación -en cuantiosos modos- engordan con el escándalo; lo buscan donde esté, y lo proclaman con afán a diario  dando lugar a una enseñanza que invierte el sentido de la limpieza que Cristo desea en las almas, pues las escandaliza. 

Pero tampoco la Iglesia está libre de provocarlos. No me refiero sólo a los tristes casos de pederastia, terribles por todas sus consecuencias, porque existe un escándalo grave que atenta contra el sentido de la FE, pues la pervierte, ya que niega LA EVIDENCIA y DESOYE AL MISMO SEÑOR.


Si en la Iglesia existen personas capaces de provocar este escándalo, bien cierto es que "se burlan ellos en peor modo del Señor" que los que siempre se han considerado alejados, excépticos o ateos. Porque hacen creer al pueblo que "le obedecen y lo aman", siendo falso.

El estupor que provoca esta situación puede llevar al pueblo a sentirse tan desencantado con sus líderes religiosos, que abandone la Iglesia, y en ese caso, se retire también del Señor. Y si ello ocurriese, habrán de dar cuenta ante Él de sus actos, con los que han provocado la injusticia.

Afirma el texto que existe un "escándalo saludable, que realiza Dios para ponernos a prueba". Cierto es.
Y forma parte de ello, lo que en estos tiempos realiza ENVIÁNDOME, conocedor de la falta "de sentido de Fe", en su Iglesia. Pues teniendo fe, carece de perspectiva, y vive sin desarrollarla en el sentido que Cristo le está pidiendo desde hace dos mil diez años.

De este modo, la prueba, pues recoge su RESPUESTA. Y si llega a comprender lo que el Señor realiza, sometiéndola a PRUEBA DE FE, y entra con sentido humilde a ponerse en sus Manos, hallará "ser saludable" este modo de actuar del Señor, por cuanto es así mismo didáctico, ya que le muestra "todo cuanto le queda por aprender todavía, para perfeccionarse".


Este ejercicio que prueba a los consagrados, sirve por lo mismo de prueba al pueblo, el cual tampoco sabe responder con FE al Señor que se PRESENTA. Unos y otros, debieran reconocerse necesitados de "navegar en lo profundo", lejos de conformarse con estar anclados a la orilla para siempre.

ESCATOLOGÍA:  " El substantivo (que es un término de origen griego y significa discurso o tratado sobre las cosas últimas y definitivas que han de suceder al hombre y al mundo), no se encuentra en la Biblia. Pero sí el adjetivo "ésjatos" = "último", con el que se evoca la irrupción definitiva del reino de Dios y los acontecimientos que acompañarán a tal irrupción. Esta irrupción del reino y estos acontecimientos fueron anunciados por los profetas, quienes sin embargo no fueron capaces de distinguir entre el tiempo de Cristo como tiempo último y el tiempo de la consumación final.
El NT  sí lo hace: por una parte, con Cristo se ha inaugurado el tiempo último, el tiempo escatológico y, por otra estamos aún en espera de la consumación última y definitiva."

En efecto, todo el tiempo lo vengo diciendo: estamos ya al final; lo último se declara y nos ciñe. Sus efectos, los vemos. Cuanto se ha dicho al respecto desde los profetas y también desde Jesucristo ESTÁ TENIENDO CUMPLIMIENTO. No querer mirar que este tiempo es el tiempo, es "no estar preparados" o "tener una fe tan desposeída, que medra y se siente incapaz de ver, ni de entender la verdad".

Cristo ya avisó de los signos que serán contemplados: Mt. 24 pero la Iglesia pretende proseguir caminando como si nada se le hubiese dicho, ni se le estuviera avisando.  Sonará una trompeta tras otra y perecerán muchos antes de que algunos de los "dormidos" despierten. Otros por el contrario, creerán y verán, se harán proclamadores del misterio que se está manifestando y enseñarán a otros a contemplarlo.

...Estos pondrán los pilares del TEMPLO NUEVO que será edificado, y que Jesucristo mismo santificará. 

Las cosas que describo ya han comenzado. El mundo pagano se desploma, en medio de desastres; y mayores serán... Los cristianos padecerán el acoso de la incredulidad creciente y todos los órdenes se modificarán, los reyes, los Estados...

No es momento de sentir miedo, sino de ser prudentes, volviendo los ojos hacia Jesús. Puestos en Él NADA ni  NADIE podrá derribarnos. Así es como Él lo espera.

ESCLAVITUD"(Cautividad). Practicada por la mayoría de los pueblos antiguos, la esclavitud era también conocida en Israel. Sin embargo, la ley israelita no permitía un dominio total sobre el esclavo, e incluso, si se trataba de esclavos hebreos, debían ser liberados al séptimo año, o al menos en el año jubilar.
El NT a primera vista parece tolerar la esclavitud pero en el fondo la considera anticristiana -por eso la verdadera esclavitud es la del pecado  de la que Cristo nos libera- y pone los fundamentos para su total abrogación. Los discípulos de Cristo, por su parte -que ya no son esclavos, sino hijos que gozan de plena libertad- deben convertirse en "esclavos de la justicia" y hacerse "esclavos los unos de los otros, por amor".

Importa mucho AHORA, debiera importar... no caer en la esclavitud de la que ya hemos sido rescatados en virtud del sacrificio de Cristo. Pero esto sigue siendo algo difícil de lograr, en un mundo que se desboca hacia el abismo, con una sociedad banal, supérflua, que carece de meta y perspectiva, y se orienta a lo fácil y a lo satisfactorio nada más.

Los cristianos se insertan a esta maraña y se dejan seducir por sus tentáculos, que los reducen cada vez, los esclavizan y los conducen, sin que muestren resistencia. Enajenados por el ruido, la propaganda, atraídos también por lo fácil, o lo cómodo, no son partidarios de regresar hacia lugares de espíritu, donde haya que prescindir o vivir en estrechez, que les purifique.

Los sacerdotes dejaron hace tiempo de orientar al pueblo de Dios por lugares de penitencia y ayuno, y tan sólo saben consolarles con ideas positivas, que les aseguren "paz" "bonanza" y "amor". 

Difícil estrategia, la de hablar melifluamente, para no causar desasosiego en el ánimo, persuadiendo al que sufre, al oprimido, al que está siendo sacudido por la injusticia, perseguido o burlado... porque Cristo también sufrió todo eso. Y a cambio se mantiene el esquema opresor, injusto o de persecución, porque... no hay que reivindicar nada, sino dejar que todo siga esclavizando a los mismos.

No es así. No es así. No lo es... El cristiano ha de dar la cara y tratar de dar sentido a la vida, con su vida, apartando los esquemas opresores, injustos, de intolerancia o maldad. La Iglesia, toda ella, habría de ser una organización delatora, transgresora de las leyes inicuas, difusora de la verdad siempre, aunque a algunos no les guste, defensora del que sufre, del perseguido... no para persuadirle de que ha de sufrir, sino para rescatarle. 

¡Y tal vez, en ese combate, alguno, o muchos hallen verdugos, como los halló Cristo! Entonces si sobreviene sufrir por Él, el creyente, sabrá que recibe pago de LIBERTAD, no de esclavitud. 

Callar y sufrir, sin otro cauce, en verdad es padecer por ser esclavos, siéndolo.

En estos momentos Cristo VIENE Él mismo ya a concedernos la LIBERTAD; a reunir a sus hijos dispersos, que perecen en medio de un mundo caótico. Y da la sensación de que sólo le importa a Él ESTE RESCATE. ¡Tan absurdamente  SOLO lo dejan, ahora que ya ha llegado LO DEFINITIVO!

Los que le sirven no parecen distinguir los designios  y están a la espera, como los judíos a los que habló Cristo, sin ver lo que ya restalla delante de sus ojos y es la consumación y el término.

No se liberan ellos, y no consienten que el pueblo rompa sus cadenas. No entran ellos, y no consienten a otros entrar... Este es el drama.


Por esa razón este pueblo padecerá cautiverio, o éxodo. (Ya lo está sufriendo por doquier, en muchos lugares del mundo, bajo el signo de la persecución). Y todavía, a pesar de estas evidencias, quien gobierna la barca, prosigue sin querer enderezar el timón.

Bien cierto es que sólo Cristo nos rescatará de la opresión del pecado, pero tan sólo si volvemos hacia Él la mirada, y los pasos. Si en Él creemos, lo esperamos y le seguimos. 

Me señala el Señor la conversión de Cornelio, que halló  gracia ante Dios por su conducta y sus limosnas al cual le dijo:


" Manda a unos hombres a Jafa a llamar a Simón Pedro. Está en casa de un tal Simón, curtidor junto al mar".   (Hch. 10, 5)


Mientras los hombres llegaban, Pedro tuvo una visión, a cuyo entendimiento quería resistirse, porque le parecía algo impropio, como prohibido o desacostumbrado:


" Pedro subió a la azotea a orar hacia el mediodía. Tuvo hambre y quiso comer algo; y mientras le preparaban de comer, tuvo un éxtasis: vio el cielo abierto y un objeto a modo de un gran lienzo, que colgado de las cuatro puntas descendía hacia la tierra; en él había toda clase de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. Una voz le dijo: "Levántte, Pedro, mata y come". Pedro dijo. "De ningún modo Señor, porque jamás he comido cosa profana o impura". La voz le dijo de nuevo: " Lo que Dios ha purificado no lo llames impuro." Esto se repitió por tres veces."     (Hch. 10, 9-16)


Lo que el Señor REVELA suele aparecer en ocasiones, como algo desmedido, que nos enfrenta a aquello a lo que no estamos acostumbrados; o entraña NOVEDAD tan extraordinaria que nos conduce a romper los esquemas, las tradiciones, los pensamientos y cuanto estimanos los hombres.


La tentación es pensar y sentir como Pedro, y rechazarlo. Si bien el Señor repite insistente aquello que quiere que se entienda (Tres veces se lo muestra: lo que equivale a plenitud, por lo mucho y lo profundamente que lo encarece).


Lo que el Señor desea cumplido, lo muestra en modo evidente. Lo hace entender, si al principio "nos choca"; y repite vez tras vez su mensaje, y el entendimiento que conlleva, hasta que quien ESTO recibe, no puede menos que sentir su inengable evidencia.


Así debió Pedro contemplar y sentir, lo que el Señor le estaba manifestando, hasta que no tuvo más remedio que asumirlo, y buscó a quién procedente de otra raza y costumbres, pagano, había sido purificado por designio divino, y lo bautizó, haciendo extensiva la salvación que Dios ofertaba a todos cuantos estuviesen purificados.


Si embargo no sucede lo mismo con el actual "Pedro", que lleva quince años recibiendo evidencias -y sabe que lo son- de lo que hoy también Dios ha purificado, sin querer aproximarse, ni permitir que suceda la aproximación. De esta forma es él quien declara "impuro" lo que Cristo hace puro. 
¡Lejos está éste del sentido del primer Pedro, y del amor que el primer apóstol, tenía por el Señor!


Se escandaliza con lo que "no entiende", pero no trata de penetrar en su mística, ni en la luz que Cristo, enviándoselo, le hace participar... Cierto es que existen cosas que no comprende, ni él, ni ninguno, porque han sido creadas ahora, como cosas nuevas, que no habían hecho aparición, si bien se hallaban en los planes de Dios (Padre e Hijo).


También para Simón Pedro, era nuevo recibir alimento, que un judío siempre había considerado en su tradición como impuro, pero aunque se resiste, con el lógico estupor, finalmente abre su corazón y su mente, para dar entrada a TODO cuanto el Señor le está pidiendo, sea que no entre en su lógica, que le sea desconocido y exceda sus pretensiones, o le enfrente a otros que se escandalizarán como él cuando haya de explicárselo. Mas... es así cumplir la voluntad del Señor.


Lo que el Señor nos pide, no siempre va ajustado a nuestro entendimiento, a nuestro sentir, a nuestras conveniencias, o a nuestra lógica. A veces parece "disparate". O sabemos que así lo van a considerar otros... Pero es de este modo como se demuestra la FE. 


Cristo pone a prueba HOY la fe de los suyos en la Iglesia,  pero hasta el presente NO LE HAN RESPONDIDO. Pedro hubo de bautizar a uno sólo, para abrir esa puerta al mundo, y que los apóstoles lo entendieran... 
Lo que se pide a "Pedro" en nuestros días, es casi igual: porque ha de fiarse de lo que se le muestra, y disponerse a bautizar en LO NUEVO a todos los hijos de este pueblo; a cuantos en esta solicitud lleguen...


Realizar este bautismo, requiere confesar que Jesucristo ha manifestado ahora con su Presencia esta voluntad, por la que los hombres de este tiempo han de caminar por los designios que ya se están cumpliendo, siguiendo sus enseñanzas, hasta que Él llegue, y después... hasta que sobrevenga el final.


Porque también avisa: (Hch. 13, 41)


" Mirad engreídos
y quedaos admirados y asombrados,
pues voy a realizar
en vuestros días una obra
que no creeríais
si alguno os la contara."


El Señor obrará con su gloria, ante el asombro de todos de modo que los que no han creído, quedarán pasmados.

Porque también añade: (Heb. 10, 16-17)

" Esta es la alianza 
que haré con ellos
después de estos días,
dice el Señor:
Pondré mis leyes en su mente
y las escribiré en sus corazones
y no me acordaré más
de sus crímenes
y de sus pecados."

El Señor nos exhorta con las palabras de (Heb. 10, 19-25):
" Puesto que tenemos la gozosa esperanza de entrar en el santurario en virtud de la sangre de Jesús, siguiendo el camino nuevo y viviente que él ha inaugurado a través de la cortina, es decir, de su propia carne, y puesto que tenemos un nuevo sumo sacerdote al frente de la casa de Dios acerquémonos con un corazón sincero, con fe perfecta, purificados los corazones de toda mancha de la que tengamos conciencia, y el cuerpo lavado con agua pura. Mantengamos firmemente la esperanza que profesamos, pues el que ha prometido es fiel."

Importa creer en Jesús, esperarle y entrar a obedecerle a Él... Pronto cumplirá sus promesas, sin tardanza restituirá a los que le aman y han perseverado aguardándole, llenos de esperanza y de firmeza.

Es tiempo de purificación profunda, tiempo gozoso, sea que abundan las inclemencias como en un adviento nuevo. A tal efecto recordamos las palabras de S. Judas (Jd. 1, 5-8):

" Quiero recordaros, aunque conozcáis perfectamente todas estas cosas, que el Señor, después de haber liberado al pueblo de la opresión de Egipto, a continuación aniquiló a los incrédulos, y ha reservado en eterna prisión, en el fondo de las tinieblas, para el día del juicio final, a los ángeles que no guardaron su condición privilegiada y perdieron su propia mansión; como Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, que, al igual que aquéllas, se dedicaron a la lujuria y la homoxesualidad y quedaron como ejemplo, sujetas a la pena del fuego eterno. De un modo semejante, también estos, alucinados en sus delirios, manchan su cuerpo, desprecian la autoridad del Señor y blasfeman contra los seres gloriosos."

Y todavía añade:
" En los últimos tiempos habrá impostores que vivirámn según sus deseos malvados. Estos son los que provocan discordias, hombres sensuales, privados del Espíritu. Vosotros en cambio, queridos, asentaos en el cimiento de vuestra santa fe, orad en el Espíritu Santo; conservaos en el amor de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna. A los que dudan convencedlos; a unos salvadlos, arrancadlos del fuego; a otros tenedlos compasión, pero con cuidado, aborreciendo hasta la túnica manchada por su cuerpo."

Así pues, aunque los cristianos nos hallemos rodeados por quienes no ansían reconciliarse con Dios, y se alimentan en pronunciar blasfemias, encendidos de odio hacia "lo santo", hemos de sentirnos dichosos en la proclamación de la Buena Nueva, porque ya llega el Señor de la justicia, para consolidar todo cuanto el Padre le ha dado. A Él el honor y la Gloria por siempre.


IV

A modo de conclusión, de todo cuanto vengo exponiendo, me brinda el Señor estas Palabras de la Biblia, para meditarlas:

PARÁBOLA" Narración más o menos extensa que, bajo el aspecto de una comparación, está destinada a ilustrar y profundizar el sentido de una enseñanza ético-religiosa. Cuando todos los detalles de la narración tienen un significado propio, la parábola se convierte en alegoría. En el AT son escasas las parábolas. En cambio, Jesús las utilizó ampliamente en relación con el reino de Dios, tanto para llamar la atención sobre su misteriosa profundidad como para iluminar los múltiples aspectos del mismo."

Cristo renueva esta facultad y dispone su enseñanza para nuestros días, valiéndose de lo anteriormente dicho, pero actualizando su sentido, de modo que aquello deja de tener el sentido que tuvo, para adquirir el que AHORA Él le está poniendo. 
En realidad Él se mueve por el Misterio con soltura, y como dejó que los apóstoles le vieran caminar sobre "sus aguas", también  en estos tiempos nuestros, me permite (y a todos, si me creen), verle desenvolverse sobre todo aquello que es misterioso y nos sobrepasa.

Las parábolas de entonces, vuelven a ser parábolas de ahora, para ahora, porque actualiza Él su sentido, según las circunstancias que nos engastan, en economía perfecta que pone en "un mensaje" la plenitud de todo lo que sucedió y lo que sucederá.

Así me ha enseñado, y me ha hecho aprender en Él, Maestro sublime, todo cuanto era preciso, para que yo lo explicara. Y del modo que yo he aprendido, sabrán aprender los que beban en estas aguas, que no proceden de mi, sino de LA FUENTE.

PARUSÍA" Término técnico utilizado en el NT para designar la "venida" gloriosa de Jesús al término de la historia humana. La primera comunidad no distinguió bien entre proximidad teológica y proximidad cronológica, por lo que durante algún tiempo esperó la parusía como algo inminente."

Este término, tenido como lo muy lejano, en el sentir y pensar de los creyentes de todos los tiempos, sigue siendo así  considerado por la actual Iglesia, que como la primera comunidad no distingue bien... Si aquellos pecaban por exceso, en considerar que "ya iba a ser", estos pecan por defecto en considerar que "todavía falta mucho", con lo cual poco entienden.
Identifican unos y otros LA PARUSÍA con el fin del mundo y en esto yerran todos. El epígrafe del Índice Analítico, dice: "la venida gloriosa de Jesús al término de la historia humana". Y tiene razón. Esto es absolutamente cierto, pero no por ello se acarrea la desaparición del mundo, en lo que es. 

Lo que terminará por supuesto es "nuestra historia", que deja de ser humana, para "ser divina". 
Sucederá por lo tanto la transformación de los hijos del Reino, los cuales dejarán de vivir en lo que han acostumbrado, para insertarse en la comunión con Cristo.

PASCUA" Es la fiesta más solemne de los judíos y de los cristianos. Tiene problablemente un origen prejudío y se celebraba en primavera, pero el pueblo israelita la incorporó a su historia para celebrar con ella la gran gesta de la liberación egipcia. 
Con el tiempo se le unió la fiesta de los panes sin levadura, originariamente distinta. Comenzaba la celebración de la pascua al atardecer del 14 del mes de abib, o de las espigas -llamado nisán después del destierro- y el rito central consistía en la comida del cordero pascual.
Cada año, en cada pascua, el pueblo israelita actualizaba la liberación del éxodo; hubo, sin embargo, pascuas más solemnes. Pero la liberación del éxodo es el tipo de la liberación definitiva realizada por Cristo en el misterio de su muerte y resurrección; este misterio constituye, pues, la nueva y definitiva pascua que los cristianos celebran como fiesta mayor de su calendario religioso."

Según lo que aquí se expresa, y lo que sucede, puedo confirmar que ESTAMOS EN TIEMPO DE PASCUA. 
El paso del Señor, se está realizando otra vez en nuestro tiempo, porque este pueblo se dispersa, y se acoge al éxodo, ante el acoso de "los egipcios" (los incrédulos y perseguidores del momento).


Cristo anuncia su LLEGADA para dar definitivamente la liberación a su pueblo, recogiendo a sus hijos dispersos por doquier. Y vincula lo que sucedió en otros momentos en los albores de la historia, con  lo que ahora nos engasta.


También sitúa ante nosotros la fiesta del PAN ácimo, Presentándose Él mismo como PAN, para ser nuestro Alimento, consagrando ante su pueblo HOY la EUCARISTÍA NUEVA, de la que habrán los hijos del Reino de alimentarse. 
Desde lo que me muestra, su Ser y su Palabra, comunica a los hombres, sus designios y todo cuanto hace nuevo, invitándoles a ser "unos" con Él en el Reino.


Entrar a esta liberación que Él pone delante de nuestros ojos, significará apartar por completo los cordajes del pecado, con los que nos hallamos sujetos a la tierra.
Y ser partícipes por ello, en todo cuanto Cristo consagra, para concedernos ya liberados su VIDA NUEVA.


PATRIARCAS:  " Con este vocablo se designa en primer lugar a los personajes bíblicos que van desde Adán hasta Abrahán. Pero sobre todo se reserva el título para Abrahán, Isaac, Jacob y sus doce hijos en cuanto antepasados insignes del pueblo israelita. Por extensión se aplica el título a David y a los cabeza de familia israelitas."


Estos son aquellos con los que arranca la Historia de lo que será luego pueblo de Dios. Cristo no prescinde de nada de cuanto ha sido hecho por el Padre, y así vincula su Ser con el principio, y con el fin.


En su transfiguración en el monte, quienes estuvieron junto a Él confortándole y dialogando sobre lo que iba a sucederle en Jerusalén, fueron Moisés y Elías.


Moisés representa el inicio de la liberación del pueblo caído por motivo de los pecados del pasado, y habla anunciando  al profeta que vendrá y habrá de ser creído por todos. Inicia ya la presentación del Mesías, que después será anunciado por todos los profetas.


Elías representa el final, lo escalotógico, porque está escrito para los tiempos del fin, y anuncia "la Segunda Venida" del Señor, y le proclama para los tiempos últimos, allanándole el camino, para cuando venga.

Ambos son puntales en la historia de la salvación, cuyo centro es Jesucristo.


Cristo actualiza ahora con los patriarcas, la fe que el pueblo habrá de tener, a semejanza con Abrahán, y la fortaleza, piedad y virtudes que los antiguos patriarcas tuvieron, pautas que el pueblo de Dios actual, debe aprender, porque se ha corrompido.


Y se vincula en David, a la categoría de Rey, que gobernará para siempre a este pueblo. De este modo no establece separación en la historia iniciada en los patriarcas, y culminada ahora, con el regreso de Elías, para que Él, el hijo de David, o "nuevo David" la concluya con la liberación definitiva.


PATRONO. EMPRESARIO" La Biblia subraya las relaciones de afecto y pacífica convivencia que deben existir entre amos y criados, entre patronos y trabajadores. En última instancia todos son iguales ante el Señor. Pero la Biblia destaca por encima de todo la justicia que debe presidir las realciones laborales. De Dios proviene todo poder y Dios vengará toda injusticia."

Aparentemente puede dar la impresión de que Cristo no haya de detenerse en estos asuntos tan humanos, o tan de tierra, sin embargo, lo hace.

Verdad es que se ha perdido ese sentido de "afecto" y de "pacífica convivencia" que habría de existir entre las diversas categorías señaladas. Y ello contribuye al deterioro y a la insatisfacción que hoy colma a la sociedad, cualquiera que sea, en gran medida.


Este capítulo sería "per se" muy largo, porque recoge en sí, no sólo las referencias que entre contratantes y contratados existen, sino las que suceden entre "señores, que son dueños, o así se estiman" y "los que no poseen nada, sino que tienen ya desde que nacen su vida hipotecada, al arbitrio de los mandatarios".


Estos modos de entender la jerarquización, el poder, su administración hacia los subalternos, el trato que habría de ser igualitario -porque lo es cuando el Dueño de todos es Dios-, es causa de tropiezo, escollo terrible en nuestra sociedad, que ha ido desembocando en poderes y categorías de poder, seres dictadores y tiranos, que a todos los tratan "sin afecto" y "sin igualdad". 

Da lo mismo que el sistema se llame totalitario, y ejerza para imponerlo todo a todos, y tener la sumisión garantizada (es el peor modo, y el más dañino, y hacia el que miran muchos "tiranuelos" de estos tiempos, algunos salidos de las urnas; porque los hay que se valen de "la democracia", para después pasar a "lo totalitario"). 

Pero también se ejerce, un modo de poder que somete, sin llamarse "totalitario", cuando lo que condede posibilidades de poder y de vida, es "el dinero". Siendo éste el dueño de cuanto se dispone y se arbitra. Da lo mismo llamarle con el nombre que se quiera, porque en definitiva es lo mismo. 

Digamos que primero se empieza por alcanzar cotas políticas, de poder, para terminar alcanzando cotas millonarias. Eso ha sucedido y sucede en todos los sistemas totalitarios, y en las democracias, con los políticos que se propulsan desde falacias de izquierdas, pero lo único que buscan es acrecer sus cuentas y enriquecerse.


Si desde la política, en la administración de los países, y en el ejercicio de las funciones, no existe "afecto" "ni igualdad" que sea contemplada, tampoco sucede a escala mayor, entre países, dándose el desnivel mismo, que ya sucede entre las personas. De este modo existen países poderosos, y países pobres. Los unos se lo deben todo a los otros, por lo cual el grado de sometimiento, concede la hipoteca de su futuro por generaciones, y el aumento de las desigualdades, que abren inconmensurables distancias.


En el plano laboral la cosa no mejora, y aunque se procura que exista "convivencia pacífica", ello se concede por exigencia de rendimiento, y de conservación del puesto, no por afecto, porque existen los mismos daños, que lastran la política: competencia, ambición, adulación, prepotencia etc.


Así, Cristo pone el punto de reflexión en algo que otras veces, sí era: un equilibrio sano y saludable, en el trato de los superiores a los inferiores y viceversa, que procure "afecto" e "igualdad", o cuando menos "justicia". Esta es la piedra de tropiezo en la que HOY se deshace nuestra sociedad. 

...Ya las metas no se ponen en Dios, ni tampoco se da a las relaciones entre los hombres el sentido que en Él había, en otras épocas, y hacía que los hombres fuesen condescendientes, generosos, valientes, cautos, sinceros, afectivos... todos estos valores tradicionales, se están canjeando con prisas, por consignas políticas; o de psicología de empresa (lemas sociológicos, que no miran por el hombre como ser humano, sino por el control de la masa, y sus respuestas, ante determinados "sobresaltos", a fin de reducir cada vez más "lo individual", lo de "cada uno", obligando a ser a replegarse hacia dentro, para morir o vivir en sí mismo, ahogado, porque hacia fuera "ha de ser y debe, como los demás", o como impone la norma, sea ley o contrato.


El resultado, lo vemos: carecemos cada vez más de espíritu. Perdemos creatividad e inteligencia, para formar gregarismos cada vez más inconexos, pero necesarios. Estas son conveniencias por las que discurren "los amos" de estos tiempos, y "los siervos". 
Y allí donde Cristo edifica al ser humano, en sí, a cada uno, lo libera y rescata, porque cada cual LE IMPORTA, esta forma moderna de poder, aplicada a las empresas, a la política, a todo ámbito, lo termina ANULANDO, por eso está siendo rechazado JESUCRISTO.


PAZ:  " La palabra hebrea "Shalóm" que traducimos por "paz", es muy rica de contenido: significa, por supuesto ausencia de guerra y vida tranquila, pero significa también bendición, gloria, riqueza, descanso, bienestar, salud física, esperanza de éxito, justicia, salvación; en una palabra, felicidad. 
Aparecen especialmente unidos los conceptos de paz y justicia. La paz es un don precioso de Dios. De ahí que el futuro mesías, Jesucristo en definitiva, sea ante todo un portador de paz e incluso se identifique con la paz que ya ahora se nos comunica por medio del Espíritu como anticipo de la paz definitiva."


Excelente exposición, porque en efecto así es JESUCRISTO y todo cuanto Él nos concede, lleva a esta meta que requiere integrarnos a su don glorioso, por el cual merezcamos ser felices siempre.


Si nos persuadiéramos esencialmente de "estos significados", nuestras vidas cambiarían en modo diametral. Si procurásemos vivir, para hacer extensivos a todos, lo que ahí se acredita, cierto es que seríamos menos exigentes, pero a la vez más responsables, y por ende acarrearíamos menos injusticias.


Cristo nos propone un modelo social que primero ha de ser individual, y partir desde el interior de cada uno, hacia los otros, y si lo ejecutamos, nos hallaremos cumpliendo el mandamiento en el que nos pide:

"Amaos los unos a los otros"

Aquí la solicitud nos interpela directamente a todos, con singularidad. El necesario equilibrio que asegure la paz, o la bonanza, ha de partir de lo interior de nosotros mismos, de nuestra voluntad para obedecer al Señor.

La paz hemos de asegurarla TODOS. A menudo, es un edificio agrietado, que se rompe por múltiples esquinas, de modo que los únicos que lo sostienen, son los pacíficos, que hechos a sufrir, soportan los excesos y desniveles que vuelcan sobre ellos los injustos.

Bien cierto es que el cristiano ha de ser persona de paz, mas no necesariamente ha de favorecer la expansión de la injusticia, para que la paz no se rompa. 

Aquí, adolece mucho la Iglesia, el pueblo de Dios, en pleno. Pues, cede tanto ante las injusticias, sin rebelarse, sin proclamar su deterioro, o su maldad, que construye con su silencio, pilares no de evangelio, pues calla, sino de iniquidad, ya que consiente que lo injusto prevalezca.

Debiera obrar sin temor, pues ya dijo el Señor a Jeremías, ante el temor que le inspiraba enfrentarse con los que le amenazaban:

"Si tiemblas ante ellos
yo te haré a tí temblar."

...Que no quieren ellos, provocar a los inicuos  que propulsen mayores daños; esta suele ser la excusa. Digo "excusa", porque por su conducta perecerá cada cual, y cada cual responderá. Así el justo, vivirá por su fe, y de la consecuencia de sus obras. Y Cristo no imputará a los suyos nunca el mal que producen otros. 

Además, también dice el salmo, y aunque lo he recordado en otros momentos, de nuevo lo recuerdo:

" El Señor es mi auxilio y mi salvación
el Señor es la defensa de mi vida
no temeré..."

Sepan todos, de un modo especial AHORA en los tiempos que nos ciñen, que tenemos un Defensor, que cuida de nosotros, y pelea a nuestro lado, el día de la batalla. Por eso, si es verdad que tenemos FE, no hemos de vacilar, no hemos de temer a los insensatos, prepotentes e inicuos. 

El edificio de LUZ que levantamos, el TEMPLO NUEVO ha de ser renuevo de verdad, de valentía y decisión, por convencimiento de que trabajamos con Dios, y para Dios, y Él no consentirá que las tinieblas nos sobrepasen. Por ello, tampoco podemos consentirlo nosotros...

En estos tiempos, la Iglesia obra en la sociedad, tapando brechas, sujetando boquetes, para que el deterioro parezca menor, pero es ruina aquello que la sustenta, en sí, o en medio de los otros. 
Cristo trata de fortalecerla, de conducirla hacia su SALVACIÓN y la mayoría se asusta, de escucharme que les hablo con su Palabra, y en su Nombre.

Por esta razón, en medio de la persecución y del odio que padece, no se alza impelida, conociendo que en defender a los suyos, está defendiendo a su Señor y proclamándole, llevando la verdad en su boca, al igual que los antiguos profetas. Pero si lo hiciera, y a cada acto perverso que le sobreviene enviara como centella la LUZ de la verdad y de la justicia, provocaría el estremecimiento del mundo, de los hombres, y hallaría a su costado, la salvación de su Señor.

La paz no se asegura, ocasionando la prolongación de la violencia, o silenciando su acometimiento. Los sucesos próximos exigirán de este pueblo una defensa mucho más decidida del Señor, y la proyección de su LUZ. ¿Quiénes estarán dispuestos? ¿Acaso algún jefe de la Iglesia les habla de ello y los está preparando?

Estamos en tiempos difíciles, donde ya los cumplimientos últimos suceden. Por tal razón, busquen los cristianos la meta a la que Cristo los convoca, porque sólo siendo hijos del Reino, se hallarán a resguardo de las injusticias. Sólo bajo la protección del Señor, recibirán la corona que los bendice para siempre con la paz.


PECADO:  " Es la ruptura voluntaria de la comunión con Dios; la Biblia designa de múltiples maneras esta ruptura: rebelión, iniquidad, injusticia, transgresión, desobediencia, culpa, ofensa, deuda, delito etc. La Biblia se hace eco de una serie de pecados-tipo: el de la primera pareja humana, el de Caín; el de la generación del diluvio, el de los constructores de la torre de Babel, el de Israel durante su estancia en el Sinaí, el pecado de idolatría cometido por Salomón y sus sucesores. 
El pecado al que todos están sometidos y del que sólo Dios puede librarnos, acarrea al hombre desastrosas consecuencias: maldiciones, sujección a los bajos instintos, enfermedades y sufrimientos de todo tipo, una muerte rodeada de angustias y, en última instancia, la exclusión del reino de Dios.
Pero Jesús, que "se hizo pecado" por nosotros nos ha liberado del pecado y de sus consecuencias."


Tal vez no haya nadie que desconozca lo que es "el pecado". Incluso los incrédulos, suelen reconocerlos con facilidad, y los aceptan sabiendo lo que hacen. 


En estos tiempos afloran por doquier, en todo modo. Los cometen todos, y en ello confirman que en efecto: "Todos somos pecadores y culpables, por ello."
No hay nadie libre de caer en tentación, y en mayor modo si está alejado de Dios, o si ha roto su comunión con Él, en modo tenaz y permanente.


El mal olor de nuestras acciones, sube hasta el Señor, que contempla la división instalada entre "sus hijos" y la protervia de una humanidad cada vez más alejada de su Palabra.


En esta situación de deterioro grave, Cristo me envía para difundir su Palabra última, y recabar la voluntad de los suyos, hacia Él. No quiere hallarse de nuevo frente a un mundo hostil, en donde ni los suyos LE RECONOCEN. Por el contrario, viene ya a concluir la redención trazada, a sellar la alianza propuesta, y aguarda que la Iglesia, este pueblo que se confiesa suyo, le CREA, le ESCUCHE, le ABRA EL CORAZÓN y se convierta, o se disponga a ello, para que cuando Él llegue, la armonía entre su pueblo prevalezca, de modo que pueda Él establecerlo como reino, como cumbre de LUZ para los demás pueblos de la tierra, de modo que ante su probada virtud, aparezca en modo mayor la evidencia del pecado que asola a la tierra.


Mas, a los pecados anteriores, ha de unirse el de "la incredulidad", que no sólo el mundo, cuanto los hijos de la Iglesia, muestran a Jesucristo, que se manifiesta en nuestros días y les habla, y ha de ser superado y corregido por la FE.


Así pues, desmienten ellos con sus conductas, lo que también dice el Índice Analítico: 

"Pero Jesús, que "se hizo pecado" por nosotros nos ha liberado del pecado y de sus consecuencias."


Jesucristo, "se hizo pecado", porque llevó sobre sí el peso de nuestras culpas todas, inmolándolas con Él, y concediéndoles purificación por ello. Mas, nosotros, que habríamos de haber surtido limpios por la acción de la sangre derramada, proseguimos reos de las mismas acciones que condenaron al Justo. Esto habríamos de cambiar, que todavía no lo hemos cambiado. 


Mas LLEGA CRISTO NUEVAMENTE y redimirá en modo permanente a esta humanidad, que se ha mantenido aguardándole. Por eso dice el salmo:


" Esta es la alianza
que haré con ellos
después de estos días
dice el Señor:
Pondré mis leyes en su mente
y las escribiré en sus corazones
y no me acordaré más
de sus crímenes
y de sus pecados."
(Heb. 10, 16-17)

Porque cuando Él venga, dará la justificación a los hijos del Reino, que han creído en todo cuanto Él ha estado revelando (ALFA y OMEGA), y derramará sobre ellos su justicia.

PENA DE MUERTE :  " Eran unos 35 los crímenes que la ley moisaica castigaba con la pena de muerte. De hecho, sólo en casos contados se aplicaba y tenía como fin: 1) poner a salvo la identidad socio-religiosa de la comunidad eliminando a los individuos perniciosos, escarmentar a los demás, alcanzar el perdón expiando un crimen. La forma más corriente de ejecutar la pena de muerte era la lapidación, pero también mencionan la espada y la hoguera. El NT nada dice expresamente sobre la pena de muerte."

Esta pena pende sobre todos aquellos que han permanecido rechazando la salvación de Jesucristo; que han blasfemado contra Él y han perseguido a sus santos. La aplicará Cristo mismo, el día de la Ira. Pisará la uva en el lagar, porque ya estará todo dispuesto para su conclusión definitiva.

Estamos en los tiempos en los que se anuncia su llegada. Cuando Él se muestre a los hombres, sucederá su juicio, y sonarán las trompetas de la liberación de su pueblo, y del desastre, en el que perecerán muchos.

PENTECOSTÉS: " Fiesta que los israelitas celebraban cincuenta días después de la pascua y de la ofrenda de la primera gavilla. fiesta de origen agrícola, fue ulteriormente teologizada para celebrar el hecho de la alianza y el don de la ley. Como fiesta cristiana celebra la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles reunidos en el cenáculo y el nacimiento de la Iglesia del NT."


El sentido que Jesucristo imprime a la fiesta de Pentecostés es el de derramamiento de su Espíritu, como ahí se explica, esto sucedió tal y como Él lo había prometido a "los Doce". 
En la actualidad este hecho vuelve a cobrar sentido, y se constituye promesa magna para nosotros, los hijos del Reino. Porque cuando suceda la Segunda Venida de Cristo, volverá Él a derramar su Espíritu sobre todos los salvados, en nuevo Pentecostés, que iluminará ya para siempre sus corazones y sus mentes, como dice Is.42:


"Yo el Señor
te he llamado para la justicia
te he tomado de la mano
y te he formado,
te he puesto como alianza del pueblo
y luz de las naciones,
para abrir los ojos a los ciegos
para sacar a los presos de la cárcel
del calabozo a los 
que viven en tinieblas,
Yo soy el Señor, ese es mi nombre;
no cederé mi gloria a ningún otro
ni mi honor a los ídolos.
Las primeras predicciones
se han cumplido
y anuncio nuevas cosas;
antes que surjan os las hago saber."


PERDÓN:  " El Dios bíblico no es un Dios inmisericorde y cruel, sino clemente y compasivo. Por encima de cualquier infidelidad  cuando el hombre se arrepiente Dios perdona. El AT vincula la concesión del perdón al reconocimiento y confesión de los pecados, a la ofrenda de sacrificios y al ayuno, siempre que sean sinceros y a la limosna. En Jesús de Nazaret se encarna el amor perdonador del Padre que debe hacerse presente en medio de la comunidad, especialmente en los responsables de la misma."

También AHORA Cristo habla de perdón. Apartará para siempre nuestras culpas, las blanqueará como la lana... para lo cual hemos de estar dispuestos a Él, no a los hombres; escuchar su Palabra que me dice, y poner en práctica sus enseñanzas, que refieren la purificación que es precisa adoptar, para serle gratos. Una purificación que entrañe arrepentimiento, y afán por restablecer en nosotros, lo que Cristo ama.

Hemos de tratar de modificar todo cuanto aún nos ciñe a lo terreno, poniendo nuestra fe en el Único, de manera que permitamos que él nos transfigure, en virtud de su Espíritu, y nos conduzca a un bautismo NUEVO y definitivo en el Reino.


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